HAY PALABRA DE DIOS PARA TUS HIJOS
Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre,
Y no desprecies la dirección de tu madre;
Porque adorno de gracia serán a tu cabeza,
Y collares a tu cuello.
Proverbios 1:8,9
Y no desprecies la dirección de tu madre;
Porque adorno de gracia serán a tu cabeza,
Y collares a tu cuello.
Proverbios 1:8,9
Dios, en su amor y su misericordia. Nos habla para instruirnos, corregirnos y bendecirnos.
Dios habla a tus hijos para instruirlos y bendecirlos, si obedecen a su palabra. Pero muchas veces como hijos detenemos las bendiciones que Dios tiene para nosotros. Porque no hemos sido instruidos por nuestros padres en la palabra de Dios.
Proverbios 22:6 Instruye al niño en el camino que debe seguir; aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
Deuteronomio 6:6-9 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.
2 Timoteo 3:16-17 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
Dios habla a tus hijos para corregirlos. Y aunque esta palabra no nos gusta, como padres debemos ejecutarla con amor. Y como hijos acatarla y obedecerla, entendiendo que será de bendición para nuestra vida.
Proverbios 3:11-13. No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, Ni te fatigues de su corrección; Porque Jehová al que ama castiga, Como el padre al hijo a quien quiere. Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, Y que obtiene la inteligencia;
Efesios 6: 4 Padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en la disciplina e instrucción del Señor.
Proverbios 13:24 El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; mas el que lo ama, desde temprano lo corrige.
Dios habla a tus hijos a ser obedientes, para ser bendecidos.
Proverbios 1:8,9. Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre; Porque adorno de gracia serán a tu cabeza, Y collares a tu cuello.
Proverbios 3:1,2. Hijo mío, no te olvides de mi ley, Y tu corazón guarde mis mandamientos; Porque largura de días y años de vida Y paz te aumentarán.
Queremos orar por ti
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Templo Cristiano Eben-ezer
Saludos cordiales, bendiciones
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