La Biblia nos relata en Mateo 16:13-17 “Viniendo Jesús a la región
de Cesárea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres
que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías;
y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. Él les dijo: ¿Y vosotros, quien
decís que soy Yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios
viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás,
porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Ésta es una pregunta fundamental y de suma importancia, porque va
dirigida a cada uno y se refiere a nuestra Fe en Jesucristo.
Nosotros somos discípulos de Jesús, sus seguidores, que creemos en Él; por eso importa mucho que tengamos ideas claras sobre Jesús, que le conozcamos cada vez mejor y que le amemos muy sinceramente para así seguir sus enseñanzas y vivir conforme a ellas. Y como cristianos sabemos que Jesús es nuestro único Salvador y que Él está en el centro de nuestra vida y de nuestras actividades.
Recibir a Jesús en nuestros corazones significa que tenemos que
reconocer primeramente que somos pecadores y que somos incapaces de
salvarnos a nosotros mismos. Reconocemos delante de Dios que estamos indefensos
y que somos merecedores de condenación. Pero con esto, también reconocemos que
Jesus es el único que pagó por nuestros pecados. Entendemos que no hay forma
posible que podamos hacer las cosas rectas delante de Dios por nuestras propias
obras. Cuando aceptamos a Jesús como nuestro Salvador estamos aceptando el
llamado al arrepentimiento por nuestros pecados y el regalo que recibimos por Fe,
es la Salvación.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezerebenezertemplocristiano2009@gmail.com
0 comentarios:
Publicar un comentario