Creer en Dios no ha de ser sólo de labios, sino a conciencia, en espíritu, alma y cuerpo.
Una vida entregada por completo a Dios es una vida acorde con lo que dice creer y práctica.
Y la ventaja es que Dios honra a los que le honran.
Aquellos que creen en Dios según este pasaje pueden disfrutar de una seguridad divina.
Seguridad que se ve reflejada en el diario vivir. Aunque suele pasar que atravesemos por dificultades no obstante nuestro corazón está confiado en sus promesas.
Hay una seguridad implícita que es la salvación de nuestras almas, estamos seguros que al aceptar a Cristo como nuestro Salvador y Señor ..y mantenernos íntegros para con Dios, el mismo asegura el destino de nuestras vidas como para no llegar a la condenación del pecado.
Nos conviene entonces creerle a Dios, pues con el estaremos seguros en esta vida y en la venidera.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezerebenezertemplocristiano2009@gmail.com
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