2 Timoteo 2:6
Esta declaración de Pablo es como una ley natural. Ningún sembrador disfrutará de su propia cosecha si antes no siembra primero y cuida lo sembrado.
Es igual si trabajamos para Dios según sean nuestras fuerzas o capacidades y lo hacemos de corazón es obvio que habrá una respuesta satisfactoria de Dios para con nosotros, porque así es Él. La Palabra de Dios dice: Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo... Lucas 6:38
Es decir que Dios retribuye en medidas que no imaginamos, cuando no sólo damos de nuestra economía, nuestras fuerzas, o nuestro trabajo, sino nuestro todo y lo hacemos de corazón. En pocas palabras nunca le ganaremos en cuestión de dar. Al menos por esa poderosa razón ....nos conviene trabajar por Dios.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
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