Que difícil es esperar y quedarse callado ante una respuesta que anhelamos de parte de Dios.
A veces creemos que le ayudamos a Dios a base de gritos desesperados o de movernos por nuestra propia cuenta, cuando El no nos ha dado la orden de hacerlo.
Eso de esperar y quedarse en silencio, deben ser un par de virtudes que gozan los que verdaderamente le creen a Dios, y que a base de fe y paciencia soportan la situación hasta que reciben la respuesta divina.
Y se agrava más la espera y la quietud cuando dicha respuesta no es la que esperamos sino la que Dios sabe que necesitamos y aún ahí tenemos que guardar silencio para que se ejecute a plenitud la voluntad de Dios en nosotros.
Nos conviene practicar esas virtudes, el silencio y la paciencia, demostrándole a Dios no sólo
que tenemos fe en Él sino que aceptamos su voluntad perfecta en nuestras vidas, porque si algo es cierto en estos asuntos es que Dios hará lo mejor para nosotros aunque no lo entendamos.....
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezerebenezertemplocristiano2009@gmail.com
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