¿Quieres que Dios resuelva tu situación? Te conviene esperar la respuesta al tiempo de Dios. Uno de nuestros defectos es no saber esperar, nos desesperamos muy fácil y perdemos la fe, queremos repuestas rápidas, soluciones al instante, y como humanos nos angustiamos porque no llega esa contestación, nos impacientamos, nos ponemos tensos, estresados y hasta molestos. Esto nos sucede en ocasiones que no queremos esforzarnos nada, nuestra esperanza se pierde, y en lugar de buscar a Dios nos alejamos, así menos tendremos una respuesta y nuestro problema se agranda más y más; hermano que no suceda esto en ti, levántate, esfuérzate y toma aliento en Dios, Él te dice: Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces (Jeremías 33:3). Deposita en Dios tu vida, confía y espera en Él, que la respuesta no tarda: Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza (Salmos 40:1-4).
Hermano, no desmayes, Dios conoce la prueba por la cual estás pasando, sea ligera o muy pesada, Él no te deja; espera en Dios, deléitate en su presencia, búscalo en su palabra, en la oración, en la alabanza y adoración, veras que aun y cuando no esperes ni veas nada claro Dios trae la claridad para tu vida, y tu situación o la de tu familia cambiará, sigue confiando, así que: Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará. Guarda silencio ante Jehová, y espera en él. (Salmos 37:4-9). El Señor te ama y toma esta palabra de aliento para tu vida: Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia (Santiago 1:2-3). Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca (Santiago 5:7-8).
El Señor es fiel a su promesa, toma valor y espera en Él, dice el Salmista: Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera a Jehová (Salmos 27:14).
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
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