Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa… os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Malaquías 3:10
Recuerdo que antes de convertirme al Señor, una tía nos compartió que toda su familia diezmaba y esto derivaba una serie de bendiciones en su hogar. Después cuando llegué a los pies de Cristo pude experimentar y entender que efectivamente lo que mi tía nos había dicho era verdad, y no solo porque ella lo decía sino porque estaba respaldado con la Palabra de Dios pues en Malaquías 3:10 dice: Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa… os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.
Durante años he podido ver como las misericordias de Jehová están de continuo en mi vida, que Su provisión está los 365 días del año siendo una realidad en mi hogar ya que ha sido por fe y obediencia a Su Palabra que Él me bendice, y esto me recuerda la historia bíblica de Elías tisbita y la viuda de Sarepta (Leer 1 Reyes 17: 1-24).
Primeramente, Elías tisbita, un profeta de Dios que es enviado a ocultarse al arroyo de Querit, y que recibe instrucciones de parte de Dios de que ahí tendría la provisión de Jehová pues bebería del agua del arroyo y cuervos le traerían pan y carne cada mañana y tarde, ¡que especial ver la obediencia de este profeta! pero mejor aun ver la manera en la que Dios proveyó cada día para la vida de Elías tisbita, su siervo quien, definitivamente fue probado en su fe. Posteriormente debido a la sequia, es enviado, nuevamente por Jehová, ahora a Sarepta, en donde tiene instrucciones precisas de morar en casa de una mujer viuda quien ahora le sustentaría, pero imagino la sorpresa de Elías al saber que en el hogar a donde había sido enviado, ahora estaba a punto de elaborarse un pan con la última ración de harina y aceite que esta mujer tenía en casa y después simplemente ellos se dejarían morir. Sin embargo aquí también es de admirarse la fe y la obediencia de la viuda de Sarepta, pues aun sabiendo que ese pan era lo último que tenia, hizo lo que el profeta de Dios le pidió y seguramente confiando y creyendo en las palabra que el profeta le dijo: Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra. 1 Reyes 17:14
Quizás en muchas ocasiones haya sido probada tu fe y obediencia a Dios, y hoy seas testigo fiel de que Dios derrama sobre tu vida bendiciones hasta que sobreabundan proveyendo día tras día en tu hogar. Quizás aun no has dado ese paso de fe que se necesita para decir ¡creo que Dios proveerá! Y ¿sabes? ¡Experiméntalo! Recuerda que las aves del cielo son alimentadas por nuestro Padre Celestial, así como también él quien reviste hermosamente los lirios (Leer Mateo 6:25-33), ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? Mateo 7:11b
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
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