EL ÁNIMO DE DIOS PARA EL DESALIENTO

Cuántas veces necesitamos de palabras de aliento para volver a levantar la mirada, cuántas veces anhelamos esa palmada en la espalda que nos infunde aliento, ánimo y hasta nos hace creer que todo estará bien; cuando era niña sufrí un accidente, estábamos solos en casa mi hermano y yo, de verdad que pensé y sentí como si mi ojo se hubiera desprendido por la magnitud del golpe y el dolor punzante, recuerdo que entre corriendo a la casa pensando que no vería nunca más, mi angustia y dolor me llevó a creer que nada cambiaría eso y que mi vida no sería igual (todos esos pensamientos pasaron en fracción de segundos), no dejaba de llorar, no podía articular palabras solo cubría mi rostro para no ver mi herida sangrar, mi hermano era un adolecente en aquel tiempo al verme, su voz se corto pero en medio del caos me abrazo tan fuerte que me calmó y coronó el momento diciéndome ¡no llores, no te preocupes yo estoy aquí todo va a estar bien hermanita! ¡wow! cada que recuerdo eso pienso en todas las veces que llego así con Dios, golpeada por mis emociones, por mis problemas, por los etc. etc. de la vida, me hace pensar en las veces que llegamos así con nuestro Padre Celestial, atribulados, inconscientes por los dolores que pasamos, desesperanzados pensando que nada será igual después del golpe que atravesamos, sintiendo que el dolor es tan agudo que no cesará, que eso marcará nuestra vida a tal grado que nos desanimamos y caemos rendidos ante las situaciones, pero la buena noticia es que Dios está ahí para confortar nuestra alma, Él llega con Su dulce voz a decirnos hijo amado: TEN ÁNIMO YO ESTOY AQUÍ CONTIGO, NO TEMÁS, Dios llega cuando el dolor llega a ser insoportable y nos devuelve la esperanza, hay algo en Su naturaleza que nos permite sentir y creer que TODO ESTARÁ BIEN PORQUE ÉL ESTÁ AHÍ, quizá estamos en una situación que no nos permite sentir nada más que dolor y angustia, quizá ya no tenemos fuerza para levantarnos pero la invitación de Dios hoy es a caer rendidos ante Él a recobrar el ánimo por Él solo por Él, cuando dice: NO TEMAS es porque Dios mismo se hará cargo, Su palabra dice: “bienaventurados los que lloran porque ellos recibirán consuelo”, hoy Dios quiere consolarte, abrazarte, susurrarte que está contigo, recordarte que está pasando el desierto sosteniéndote de Su mano, que está llevando tu dolor, así que hoy solo deja que te devuelva la paz, las fuerzas, el descanso que tanto necesitas “venid a mi todos los que estéis trabajado y cansados que Yo os haré descansar”, hoy solo descansa en el Señor y recobre la esperanza porque en Su cobertura tenga la seguridad de que TODO VA A ESTAR BIEN.
Déjese abrazar por Dios y vea como todo cambia cuando Él está.

Saludos cordiales, bendiciones

Maná para Eben-ezer

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