Es hermoso que en medio de las adversidades podamos tener un corazón agradecido, es esa actitud, ese corazón que aun en medio del dolor y la tribulación se levanta para decir: “ALABADO SEAS REY, BENDITO EL DIOS DE MI SALVACIÓN”, el mismo Dios del cual Job dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito; cuando vemos Su grandeza, gradualmente nos vamos dando cuenta que aunque no estemos en las circunstancias mas amenas y prosperas que aunque andemos en valles de sombra de muerte, aún ahí en medio del desierto con ver Su amor y gracia podemos sacar la mas ferviente alabanza para Su gloria para honra del Todopoderoso.
Digamos como Lea, mientras daba a luz a otro hijo, dijo: “Esta vez alabaré a Jehová”. Y llamó al niño Judá, que significa “alabanza”. Y fue de la tribu de Judá que nació Jesús. Lea había estado buscando su realización propia y encontró solo angustias y dolores. Pero a medida que se convirtió en una adoradora de Dios, entró en la realización más alta de la vida: comenzó a agradar a Dios. Es justo aquí que el alma humana verdaderamente comienza a cambiar y a entrar en el refugio de Dios, mientras encontremos refugio en Dios, por que la Alabanza a Dios cambia las cosas ahí se activa Su poder y comienza a quitar, las inseguridades y angustias y dolores que encontramos día con día. Trayendo paz, sanidad, liberta, salvación gozo.
A medida que comencemos a alabarlo en todas las cosas, simultáneamente nos estamos poniendo las vestiduras de salvación. ¡Realmente estamos siendo salvados de aquello que, de otra forma, nos hubiera destruido! ¡Las desilusiones y las angustias no se nos pueden adherir, porque alabamos Dios! Y “sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien” Romanos 8:28. Si continuamos amando a Dios, si le alabamos y confiamos en el si depositamos completamente la confianza en El ¡nada de los que experimentamos nos podrá dañar! Debemos elegir deleitarnos en Dios en lugar de estar insatisfechos. A medida que nos convertimos en adoradores, Él comienza a trabajar en nuestros corazones y nos comenzamos a convertir en personas agradables para Dios. La escritura nos enseña en el Salmo 37:4 “Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón”. A medida que te deleitas en Dios, cambias. Todos los efectos negativos de la desilusión y el dolor, se derrumban. Mientras el amor y el gozo de Dios comienzan a llenar nuestros corazones, nuestras almas son restauradas. Deléitate en Jesús y tus problemas comenzarán a desvanecerse. Mientras rindes tus deseos a Él, mientras lo pones en primer lugar, Él tomará lo que le diste y lo hará hermoso en su tiempo. Tomará lo que había estado doblado y fuera de balance en tu interior y te hará permanecer derecho en su luz y gloria.
Por lo tanto, en este día háblale a tu alma. Dile a las áreas de insatisfacción en tu interior ¡que esta vez alabarás al Señor! alabemos a un Dios que es más grande que el más grande de nuestros problemas.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
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