Traían a él los niños para que los tocase; lo
cual viendo los discípulos, les reprendieron. Mas Jesús, llamándolos, dijo:
Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el
reino de Dios. Lucas 18:15-16
En
la medida de nuestras posibilidades tratamos que nuestros hijos reciban la
mejor educación, consulten con los mejores pediatras, suplir todas sus
necesidades y hasta deseos en juguetes y diversión, en fin, hacemos el esfuerzo
para forjarles un mejor presente y futuro.
Creo
que los padres de esos niños que fueron presentados a Jesús, tenían en mente
precisamente dar lo mejor a sus hijos, y estaban en lo correcto, a pesar de la
molestia de los discípulos, el Señor Jesús insiste en bendecirles, y su
bendición va mucho más allá de lo que cualquier padre pueda dar a sus
hijos, Cristo los bendice con el reino de Dios.
Seamos
como esos padres que llevaron sus hijos para que Jesús los tocase,
llevándolos a la iglesia, orando por ellos, hablándoles de Cristo y sobre
todo dando un buen ejemplo y testimonio.
El
crecimiento espiritual de nuestros hijos no debe ser sólo es un buen deseo que
trae gozo y bendición; es también una gran responsabilidad dada a los padres,
llevarlos al conocimiento de Dios es la gran misión que tenemos y haciendo
esto, nuestros niños no sólo alcanzarán el reino de Dios sino que todas las
áreas de su vida serán saciadas y que además algún día daremos cuenta de ello
ante nuestro Creador.
Queremos orar por ti
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Templo Cristiano Eben-ezer
Saludos cordiales, bendiciones
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