No digas a tu prójimo:
Anda, y vuelve, y mañana
te daré,
cuando tienes contigo
qué darle.
Proverbios 3:28
Nuestro deber como cristianos es ayudar
siempre. Esa es nuestra reputación, es por ello que se nos conoce. Cuando
alguien está en necesidad, Dios pone en el corazón del creyente el ayudarlo.
Sea con una palabra de aliento, orando por la necesidad o en su caso la ayuda
puede ser económica o en especie. Quizás ayudamos porque Dios nos ha ayudado
siempre, nos ha puesto el ejemplo y en agradecimiento ayudamos a otros.
El ayudar al prójimo es parte de nuestro
andar cristiano, es parte del amor con que Dios nos ha amado. No nos neguemos
ayudar a quien lo necesita, porque al no hacerlo estaremos negando a Dios, que
siempre ha estado con nosotros, nos ha ayudado y nos ha amado con amor eterno
(Jeremías 31:3) y ha sido nuestro proveedor.
Que en nuestro corazón esté siempre ese deseo
de ayudar, y cuando lo hagamos, hagámoslo con amor, de manera generosa, así como Dios ha sido más que Generoso y
Bueno con nosotros.
Queremos orar por
ti
Templo Cristiano
Eben-ezer
Saludos cordiales,
bendiciones
Maná para
Eben-ezer
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