Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.
Hechos 16:31
Al
escudriñar la Palabra de Dios podemos encontrar ejemplos de familias que en
diferentes circunstancias pudieron ver cumplido el deseo y propósito de Dios en
sus vidas, que fueron bendecidos, y que hoy sirve como un claro testimonio de
lo que Dios también puede hacer con nuestras familias.
1.
Noé
y su familia fueron librados del diluvio
2.
La
viuda de Sarepta y su hijo recibieron la misericordia de Dios, primeramente
proveyendo en medio de la escasez y después devolviendo la vida del hijo.
3.
Abraham
y Sara recibieron la bendición de ser padres en su vejez
4.
Ana
y Elcana fueron bendecidos con hijos
5.
La
suegra de Pedro fue sanada
Y
podemos continuar con una larga lista de familias, pero lo que es mucho más
importante destacar es que uno de los factores principales en la gran mayoría
de estas familias es que, uno, si, al menos uno ¡creyó, confió y obedeció a
Dios!
Y
entonces aplicando esta verdad a nuestras vidas ¿cuál podría ser hoy el deseo
de Dios para nuestras familias? Pues definitivamente la salvación de toda la
familia, pues la Palabra de Dios dice: Cree en el Señor Jesucristo, y serás
salvo, tú y tu casa. Hechos 16:31, así que si creemos, confiamos y mostramos
obediencia a Dios, Él ha dado esta promesa especial para nuestras vidas y la de
nuestras familias, que es salvación y vida eterna.
Sí
hoy tú, solamente tú, has creído en Dios, estas confiando y creyendo en Sus
promesas, y has sido obediente a Su Palabra, pues ¡gloria a Dios! Porque las
promesas de Dios siempre llegan a Su tiempo preciso, y créelo: El deseo de Dios
para tu familia es salvación y vida eterna.
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Envía tu petición a: ebenezertemplocristiano2009@gmail.com
Templo Cristiano Eben-ezer
Saludos cordiales, bendiciones
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