PROVISIÓN EN DIOS
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Filipenses. 4:19
Este versículo es una promesa muy alentadora de parte de Dios para nosotros. En él, Pablo llama a Dios, mi Dios; declarando con fe y con absoluta certeza que Dios suplirá plenamente las necesidades de todos los creyentes.
Al leer o escuchar este pasaje bíblico, muchos piensan que se refiere o está hablando acerca de que Dios suple solo nuestras necesidades económicas o financieras, inmediatamente lo relacionan con ello. Pero esta promesa no dice que solo suplirá necesidades materiales, sino que también, nuestras necesidades físicas y espirituales serán suplidas de parte de Dios. Por ello, esta palabra es también motivo de aliento cuando alguna enfermedad se hace presente para atemorizarnos y robarnos el gozo que viene de Dios. Y lo es además cuando, nos sentimos vacíos o tristes con la necesidad del consuelo de Dios. Es allí también que Dios nos provee de su paz cuando más le necesitamos.
Sea cual sea la situación nuestra, por fe, debemos creer esta promesa y caminar en ella. Si ya lo hemos visto antes y sabemos lo que Dios puede hacer, con esa misma convicción debemos creer y confiar en que Dios sabe lo que nos hace falta. La Escritura nos dice “Que aun antes de que usted y yo, nos arrodillemos ante Él, y le pidamos, Él ya sabe cuál es nuestra necesidad” (Mateo 6:8). Siendo Dios el dueño de todo, en Su infinita y hermosa misericordia provee todo lo necesario para aquel que está en necesidad
¿Qué nos hace falta? Dios lo sabe mejor que nosotros mismos, verdaderamente Él sabe que es lo que más conviene a nuestra vida.
Debemos de ser agradecidos porque hasta hoy, Dios ha suplido todo, y lo seguirá haciendo. Y aun cuando no le pidamos, aun así suplirá, porque se complace en dar y bendecir a los que son sus hijos.
Si estamos en necesidad, esperemos en Dios que cumplirá Su promesa, mientras deleitémonos en Él y alabemos Su nombre. Que nuestra mayor o más grande necesidad sea la presencia de Dios en nuestra vida. Que Él sea nuestra más grande necesidad.
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