Notemos
en este pasaje, cuan profundo es su anhelo espiritual por el Señor. No halla en
sí, ni en otro ser humano, ni en las cosas materiales, ni en los mismos ángeles
del cielo, la fuente de luz y de verdad divinas que tanto busca. Sabe que la
única respuesta es Dios. Tiene la firme confianza de que Dios derrama estas bendiciones a los que se acercan a Él con
suplicas verdaderas. Los enemigos le atacaban para quitarle la fe, le
vinieron dudas; pero todo le llevaba a
Dios. En el v. 5 dice: Dios mío mi alma
está abatida; pero al instante reflexiona y vuelva a decir: ¿Por qué te abates
alma mía y te turbas dentro de mí?
Espera en Dios, alábale y echa fuera las dudas que te aquejan.
El
Salmista pide para su vida, luz y verdad. Luz divina, la que emana de la fuente
de la luz eterna, que es Dios. El
Salmista se sentía rodeado de tinieblas, y deseaba que la noche se transformara
en día. Necesitaba luz divina, aquella luz de la cual tenemos la revelación y personificación
en Jesús; la luz verdadera. Pidamos a Jesús que por medio de Su la luz, ilumine
nuestras tinieblas, nuestro entendimiento entenebrecido, caliente nuestro
corazón frío y vivifique nuestras almas infundiéndoles nueva fuerza, vigor,
salud y dicha.
Pide
verdad divina, la única que existe. Solo la verdad de Dios brinda el camino que
debemos seguir y su luz nos ofrece una visión clara para seguirlo. Busquemos la
luz y camino verdadero, lo que llevan a Dios y no sigamos caminos que a nuestro
parecer son correctos, pero que al llegar hasta donde terminan, solo nos llevan
a la ruina y muerte de nuestro espíritu (Proverbios 14:12) Bienaventurado el
varón que confía en Dios, que sigue a Cristo Jesús quien es la verdad absoluta.
El
salmista ora por la gracia de Dios para que su luz disipe toda la oscuridad
espiritual en que está sumido y pide de su verdad contra los engaños del
enemigo. Otra versión dice de este versículo: “Envía tu luz y tu verdad estas me guardarán”. Me guardarán de todas aquellas cosas que
quieran alejarme de mi Creador.
Oremos
fervorosamente que el Señor envíe la verdad de Su palabra y la luz de su
Espíritu para guiarnos en el camino de la santidad, la paz y la salvación. El
deseo de todo cristiano es ser salvado del pecado y del dolor; ser enseñado en
el camino de la justicia por la luz de la
sabiduría divina, que brilla en Jesucristo, y ser guiado por esta luz a
toda verdad y que nos conduzca directo al cielo.
Queremos orar por ti
Envía tu petición a: ebenezertemplocristiano2009@gmail.com
Templo Cristiano Eben-ezer
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
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