Abundante lluvia esparciste, oh Dios;
A tu heredad exhausta tú la reanimaste. Salmos 68:9
Las cosas no
siempre salen como nosotros queremos, a lo largo de nuestra vida nos topamos
con situaciones que distan mucho de ser nuestro ideal, cuando te enfrentas a
estas circunstancias en donde pareciera que Dios nos abandona o no nos ayuda,
es común encontrarnos en desanimo, con incertidumbre y a veces hasta creer que
en nuestra vida lo que sabemos y hablamos de Dios no es real.
Nos
acostumbramos a las enfermedades de esta época, como depresión, estrés,
ansiedad; pero como hijos de Dios, tenemos al único doctor especializado en
nuestro corazón (Salmos 147:3 El sana a los quebrantados de corazón, Y venda
sus heridas). En nuestras fuerzas, (Salmos 92:10 Porque tú aumentarás mis
fuerzas como las del búfalo). En nuestra ansiedad (Salmos 34:6 Este pobre clamó
y le oyó Jehová Y lo libró de todas su angustias). No hay miedo,
angustia, tristeza, cansancio, temor que Dios no consuele y sane. La lluvia de
su gloria puede reanimar a un alma y un corazón exhausto, nos llena de energía,
alegría, brío, fuerza y brillo.
No dejes de
creer, a pesar de la circunstancia, de tus sueños no cumplidos, de la
desesperanza, Dios es la respuesta a tu corazón triste y cansado, la lluvia
llegara a su tiempo, reanimando tu vida, llenándote de fuerzas y energía, para
con esperanza en él seguir a delante, recuerda que aunque no lo veamos hoy, a
los que aman a Dios todo nos ayuda a bien; pero en el camino nos hace falta
siempre seguir adelante orando como lo hacía el salmista:
Cuando yo decía:
mi pie resbalaba, Tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba. En la multitud de
mis pensamientos dentro de mí, Tus consolaciones alegraban mi alma. (Salmos
94:18 y 19)
Queremos orar por ti
Envía tu petición a: ebenezertemplocristiano2009@gmail.com
Templo Cristiano Eben-ezer
Saludos cordiales, bendiciones
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