miércoles, mayo 27, 2015

MUJER INTERCEDE


"También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar" 
 Lucas 18:1

¿Cuántas veces hemos empezado a orar por alguien o por algo, empezamos muy bien, con mucho ánimo, pero pasado el tiempo, quizá al no ver ningún cambio, perdemos la motivación o el deseo de orar?

Esto puede pasar muy frecuentemente en la vida de creyentes, inclusive hasta en los cristianos maduros. Una persona que ora se puede convertir en una que ruega (pedir con humildad) y en una que clama (pedir con vehemencia o desesperación), pero una persona que Intercede, automáticamente tiene estas tres cualidades que todas ellas parten de la oración (hablar con Dios), pues cada una de ellas tiene un significado y enfoque diferente.

Interceder es estar ahí, al pie del cañón, sin importar lo que pase a nuestro alrededor, el tiempo o las distancias. Interceder es estar rogando, pidiendo, clamando, orando incansablemente y yendo de continuo ante la Presencia de Dios para obtener respuesta y Su bendición. No es olvidarse del tema por un tiempo y volver a recordarlo y entonces orar, la persona que intercede tiene un estilo de vida muy diferente y está en vuelta en la oración, Tiene una Vida de Oración y está empadada de la Presencia y de la Palabra de Dios. Ella tiene muy en mente y presente por lo que tiene que pedir al Padre y no se va a cansar hasta que Dios le conteste o le muestre el camino que tenga que seguir. 

La viuda que venía de continuo ante el rey injusto nos enseña que debemos estar ahí, todos los días, no una vez al día, pues Jesús dice: "¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche?" DÍA Y NOCHE. 

"Tarde y mañana y a mediodía Oraré y Clamaré, y Él oirá mi voz" Salmos 55:17

Si quizá, por algún motivo, Dios "se está tardando" en contestar, Él está formando una vida diferente en nosotros, dentro de nosotros; porque cuando pasamos tiempo en Su Presencia ya no somos los mismos y aprendemos a conocer más de Su carácter y de quién verdaderamente es, empezamos a entenderlo y a conocerlo. Entonces no te desanimes, sigue orando, sigue clamando, pero sobre todo sigue Buscando a Dios, y Su perfecta voluntad. Dios ve el corazón, y si es una causa justa, seguramente la responderá y hará justicia, porque Él es justo; pero quizá, primero, quiera que aprendas a tener una vida de oración, de intimidad continua, que no solamente cuando tengas necesidad lo busques, sino que ése sea tu estilo de vida

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Templo Cristiano Eben-ezer


Saludos cordiales, bendiciones

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