EL HOMBRE QUE AYUDA

Algunos han creído que eso de ofrecer sacrificio a Dios, en nuestro tiempo, se concreta a ofrecerle

Lo mejor de nuestra alabanza, o de nuestro servir, o serle fieles con nuestros diezmos y ofrendas.

O manteniendo una vida integra ante Dios y la sociedad, incluso hasta entregar su vida y futuro

Al servicio de Dios. Con tal de agradarle....

Según Hebreos dice que hay otros sacrificios que tenemos que hacer:

Uno es hacer el bien, no sólo a los amigos, sino a todos como dijera Jesús, hay que bendecir a los

que nos maldicen, hacer el bien a los que nos aborrecen, y hasta orar por los que nos ultrajan y nos persiguen.

Aunque hacer el bien a los amigos es bueno. Pero eso lo hace todo el mundo.

La recomendación de Cristo dice...haz el bien a los amigos y a los enemigos..

Como también aconseja Hebreos...de la ayuda mutua, nunca olvidemos que como hermanos en Cristo estamos para ayudarnos mutuamente. Somos hijos de Dios lavados con la sangre de Cristo y nuestra ayuda mutua no radica sólo en oraciones de ojos para con los otros; también hay que extender la mano para levantar al caído, al necesitado, compartir como los antiguos el pan con los demás.

Que se vea que en nuestro corazón hay un Cristo que nos ha enseñado a amar a Dios y al prójimo  como a nosotros mismos no de palabra sino de hecho.....

Saludos cordiales, bendiciones

Maná para Eben-ezer

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