Urgente, me urge, lo necesito ya, y muchas veces
decimos es para ayer.
Un hombre viajó por muchos lugares, paseó y disfrutó
de la vida, no le preocupaba nada pues lo tiene todo, y de todo. De pronto le
viene una adversidad y pierde todo y no tiene ya nada, se enferma y va a un
hospital, ocupa una transfusión de sangre. Entonces vemos un letrero ¡URGENTE!
Se solicita donares de sangre.
La FE en Dios es CREER que el va hacer las cosas, y
muchas veces nos urge esa FE, porque en medio de tantas necesidades buscamos
primero una solución a nuestro alrededor y cuando vemos que ya es URGENTE
volteamos la mirada hacia Dios.
La Biblia nos habla de Abraham y su fe en Dios,
Abraham no tenía hijos, pues era viejo y Dios le dijo que le daría uno, y
Abraham le creyó y tuvo un hijo. Después Dios le dijo: Sacrifícame a tu hijo,
tu único hijo, y Abraham se dispuso a hacer lo que Dios le mandó y caminaba
hacia el holocausto y su hijo le decía: Llevamos la leña, ¿pero dónde está el
cordero?, y Abraham le dijo: Dios proveerá.
Dios proveyó del cordero por la FE de Abraham.
¿Cuál es tu urgencia?
Jesús le dijo: si puedes creer, al que cree todo le
es posible. Marcos 9:23
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
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