domingo, julio 08, 2012

COMO FAMILIA NOS NECESITAMOS






Una historia que llenó mi corazón y que me impactó fue la que vivió Jacob y Esaú, La biblia nos dice que Esaú aborreció tanto a Jacob que hasta deseo matarle, pero al final Esaú le abrazo fraternalmente.

El problema familiar- Como nos dice: Génesis 27:41: Y aborreció Esaú a Jacob por la bendición con que su padre le había bendecido, y dijo en su corazón: Llegarán los días del luto de mi padre, y yo mataré a mi hermano Jacob. Esta expresión de Esaú llegó a los oídos de su madre, ella se lo contó a Jacob. Entonces Jacob se fue a vivir a la tierra de labán y ahí encontró y formó su familia. Hasta que un día tuvo problemas con su suegro y huyó. En ocasiones cuantas veces nos hemos molestado entre los miembros de la familia sin medir las consecuencias que acarrean y en lugar de arreglar las cosas huimos dejando heridas marcadas en el corazón, nos disgustamos tanto que dejamos de vernos y nos quedamos llenos de rencor, ahí le fallamos a Dios, porque dice la palabra de Dios en 1 Juan 4:20: Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?, debemos vernos como familia ya que algún día necesitamos de uno o de otro. 

Dios nos hace recapacitar- la biblia nos dice que Jacob envió a mensajeros a buscar a Esaú, como nos dice Génesis 32:3 en adelante Y envió Jacob mensajeros delante de sí a Esaú su hermano, a la tierra de Seir, campo de Edom. Y les mandó diciendo: Así diréis a mi señor Esaú: Así dice tu siervo Jacob: Con Labán he morado, y me he detenido hasta ahora; y envío a decirlo a mi señor, para hallar gracia en tus ojos. Y los mensajeros volvieron a Jacob, diciendo: Esaú, viene a recibirte, y cuatrocientos hombres con él. Entonces Jacob tuvo gran temor, y se angustió. Y dijo Jacob: Dios de mi padre Abraham, y Dios de mi padre Isaac, Jehová, que me dijiste: Vuélvete a tu tierra y a tu parentela, y yo te haré bien; menor soy que todas las misericordias y que toda la verdad que has usado para con tu siervo. Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le temo; no venga acaso y me hiera la madre con los hijos. Hermanos y amigos cuanto es necesario recapacitar de lo que hemos hecho y te dignes a buscar a tu familiar, para buscar la reconciliación con él o ellos; nunca pienses que tu familiar no te aceptará, Jacob oró a Dios y le bendijo. Es importante que actuemos en fe y nos esforcemos a perdonar a nuestro hermano, Dios hará el resto.

Reencuentro fraternalGénesis 33:1 Alzando Jacob sus ojos, miró, y he aquí venía Esaú, y los cuatrocientos hombres con él; entonces repartió él los niños entre Lea y Raquel y las dos siervas. Y puso las siervas y sus niños delante, luego a Lea y sus niños, y a Raquel y a José los últimos. Y él pasó delante de ellos y se inclinó a tierra siete veces, hasta que llegó a su hermano. Pero Esaú corrió a su encuentro y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó; y lloraron. Y alzó sus ojos y vio a las mujeres y los niños, y dijo: ¿Quiénes son éstos? Y él respondió: Son los niños que Dios ha dado a tu siervo. Que hermoso actúa Dios en la familia, si cada miembro de la familia va al encuentro en el nombre del Señor, el amor de Dios toca el corazón y hay reconciliación fraternal como el de Esaú y Jacob. La unidad e integración familiar es base y más si Dios está morando en la familia; oremos a Dios que aprendamos a convivir con amor entre cada miembro de la familia, porque si no nos apoyamos quién lo hará.

Saludos cordiales, bendiciones

Maná para Eben-ezer

Templo Cristiano Eben-ezer
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