Una historia que llenó mi corazón y
que me impactó fue la que vivió Jacob y Esaú, La biblia nos dice que Esaú
aborreció tanto a Jacob que hasta deseo matarle, pero al final Esaú le abrazo
fraternalmente.
El problema familiar- Como nos dice: Génesis 27:41: Y aborreció Esaú a Jacob por la bendición con que su padre le
había bendecido, y dijo en su corazón: Llegarán los días del luto de mi padre,
y yo mataré a mi hermano Jacob. Esta expresión de Esaú llegó a los oídos de
su madre, ella se lo contó a Jacob. Entonces Jacob se fue a vivir a la tierra
de labán y ahí encontró y formó su familia. Hasta que un día tuvo problemas con
su suegro y huyó. En ocasiones cuantas veces nos hemos molestado entre los
miembros de la familia sin medir las consecuencias que acarrean y en lugar de
arreglar las cosas huimos dejando heridas marcadas en el corazón, nos disgustamos
tanto que dejamos de vernos y nos quedamos llenos de rencor, ahí le fallamos a
Dios, porque dice la palabra de Dios en 1 Juan 4:20: Si alguno dice:
Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a
quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?, debemos vernos
como familia ya que algún día necesitamos de uno o de otro.
Dios nos hace
recapacitar- la biblia nos
dice que Jacob envió a mensajeros a buscar a Esaú, como nos dice Génesis 32:3 en adelante Y envió Jacob mensajeros delante de sí a Esaú su hermano, a
la tierra de Seir, campo de Edom. Y
les mandó diciendo: Así diréis a mi señor Esaú: Así dice tu siervo Jacob: Con
Labán he morado, y me he detenido hasta ahora; y envío a decirlo a mi señor, para
hallar gracia en tus ojos. Y los mensajeros volvieron a Jacob, diciendo: Esaú, viene
a recibirte, y cuatrocientos hombres con él. Entonces
Jacob tuvo gran temor, y se angustió. Y dijo
Jacob: Dios de mi padre Abraham, y Dios de mi padre Isaac, Jehová, que me
dijiste: Vuélvete a tu tierra y a tu parentela, y yo te haré bien; menor soy
que todas las misericordias y que toda la verdad que has usado para con tu
siervo. Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano de
Esaú, porque le temo; no venga acaso y me hiera la madre con los hijos. Hermanos
y amigos cuanto es necesario recapacitar de lo que hemos hecho y te dignes a buscar
a tu familiar, para buscar la reconciliación con él o ellos; nunca pienses que
tu familiar no te aceptará, Jacob oró a Dios y le bendijo. Es importante que
actuemos en fe y nos esforcemos a perdonar a nuestro hermano, Dios hará el
resto.
Reencuentro
fraternal- Génesis 33:1 Alzando
Jacob sus ojos, miró, y he aquí venía Esaú, y los cuatrocientos hombres con él;
entonces repartió él los niños entre Lea y Raquel y las dos siervas. Y puso las siervas y sus niños
delante, luego a Lea y sus niños, y a Raquel y a José los últimos. Y él pasó delante de ellos y se inclinó
a tierra siete veces, hasta que llegó a su hermano. Pero Esaú corrió a su encuentro y le
abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó; y lloraron. Y alzó sus ojos y vio a las mujeres y
los niños, y dijo: ¿Quiénes son éstos? Y él respondió: Son los niños que Dios
ha dado a tu siervo. Que hermoso actúa Dios en la familia, si cada
miembro de la familia va al encuentro en el nombre del Señor, el amor de Dios
toca el corazón y hay reconciliación fraternal como el de Esaú y Jacob. La
unidad e integración familiar es base y más si Dios está morando en la familia;
oremos a Dios que aprendamos a convivir con amor entre cada miembro de la
familia, porque si no nos apoyamos quién lo hará.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
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