Sin derramamiento de sangre no se hace remisión (Hebreos 9:22) En un principio, en la infancia o adolescencia, no entendía por qué Dios pedía hacer sacrificios de animales y derramar la sangre como expiación por los pecados, no entendía por qué para Dios era TAN importante la sangre. La respuesta se encuentra en Levíticos 17:11 "La vida está en la sangre" (parafraseando). De ahí podemos entender o decir, que Dios pedía el TODO de nosotros, todo lo que nosotros somos, pensamos, vivimos. Si fallábamos o faltábamos en algo en la ley, las consecuencias eran bastante estrictas; era prácticamente imposible hacer todo bien en todos los aspectos; por eso ofrecían los sacrificios de ovejas, becerros, corderos, para que los pecados cometidos, se traspasaran a la vida del animal y así librar nuestras propias almas.
Así se hizo por mucho tiempo como mismo mandado de Dios durante el Antiguo Testamento. Pero llegó un día, en que Dios simplemente decidió hacer un sacrificio único, por todos y para todos. Ya no habría necesidad de repetirlo. Se presentó a sí mismo de una vez para siempre para quitar de en medio el pecado (Hebreos 9:26)
La sangre de los toros y de los machos cabríos no pueden quitar el pecado, por lo cual, entrando en el mundo dice:
"Sacrificio y ofrenda no quisiste; mas me preparaste cuerpo. Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron. Entonces dije: He aquí vengo, oh Dios, para hacer Tu voluntad" Y en esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre. (Hebreos 10:4-12)
Cristo puso su mismo cuerpo, vino para participar y hacerse de carne y sangre y hacer un sólo sacrificio único y para siempre. ¡Qué bello es que Jesucristo haya hecho todo lo posible para que ya no hubiese barreras entre nosotros! Pues el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres. (Filipenses 2:6)
Jesús dice: "¿Cómo hacerte entender TODO lo que importas tú? Más que la luna y las estrellas, el sol, el mar, todo el planeta, ni todos ellos juntos VALEN lo que TÚ. Todo por ti Yo dejé, por estar cerca de ti, dejé mi gloria en cielo azul, y todo porque importas tú, hasta mi sangre derrame por ti al morir........ Me importas tú."
El sacrificio de Dios ya está hecho, porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.
Jesús ya murió por ti, el precio ya está pagado, ¿vas a aceptar Su sangre? Sólo falta eso.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
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