LA PRECIOSA SANGRE QUE DERRAMÓ PARA SALVACIÓN

La mancha del pecado no es algo que se pueda borrar con algún químico, algún solvente o jabón especial. El pecado contamina y perjudica nuestra vida espiritual, nuestra relación con Dios
El pecado es fallarle a Dios con nuestro incorrecto proceder y esto trae consecuencias, la palabra de Dios dice que por cuanto todos pecaron están destituidos de la gloria de Dios y dice que la paga del pecado es muerte.

Ahora bien por si solos nosotros no podemos limpiarnos de nuestros pecados, esto es asunto espiritual. Tal vez podríamos dejar de hacer lo incorrecto, ser mejores personas, ayudar a otros incluso hasta asistir a alguna iglesia, y ni aun así podríamos limpiarnos de nuestro pecados ni mucho menos evitar las consecuencias.

Bíblicamente la única manera de ser limpios es por medio de Jesucristo porque el dio su vida para salvar la nuestra. En el tiempo de la ley de Moisés Dios decreto que para perdonar los pecados se ofreciera un sacrificio en especial de un cordero sin mancha, perfecto, y en el tiempo de Jesús en adelante Cristo vino a ser el cordero de Dios que quita el pecado del mundo. El se dio a sí mismo para ser sacrificado y con su sangre derramada lavar nuestros pecados la escritura dice en Romanos 5:8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros en que siendo aun pecadores Cristo murió por nosotros.

Y Jesús dice el que oye mi palabra y cree al que me envió este tiene vida eterna y no vendrá a condenación pues ha pasado de muerte a vida.

En pecado merecemos la muerte eterna

En Cristo recibimos la vida eterna.

 

Saludos cordiales, bendiciones

Maná para Eben-ezer

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