LA IGLESIA QUE ORA POR UNA GENERACIÓN SIN CONTROL

A fin de que pongan en Dios su confianza, y no se olviden de las obras de Dios; Que guarden sus mandamientos, y no sean como sus padres, Generación contumaz y rebelde; Generación que no dispuso su corazón, ni fue fiel para con Dios su espíritu.

Este pasaje de la palabra bendita nos trae un mensaje de alerta “pongamos nuestra confianza en Dios y no nos olvidemos de las obras de Dios y que guardemos Sus mandamientos”. Tal parece que no hemos asimilado el mensaje detenidamente del salmista, ya que en la generación en la cual vivimos hay un descontrol total, vemos gente perdidos en las drogas y en el alcohol, en la inmoralidad y en los deleites del mundo; vemos a gente en las cárceles por haber cometido infinidad de delitos; vemos gente en las calles caminando con temores y con miedos por la inseguridad; vemos gente con tristeza por el rompimiento de los lazos familiares; vemos gente que tal vez vive feliz gozando la vida sin preocupaciones pero que se han olvidado de algo, que no disponen su corazón a Dios y lo han dejado fuera de su vida. Podemos enumerar infinidad de cosas que vemos en la generación actual. ¿Pero qué papel juega la Iglesia en todo esto? Muy sencillo, pero para muchos difícil “ORAR” tenemos una tarea de pedir por esta generación como dice Su palabra “contumaz y rebelde” en la cual estamos involucrados todos,  como padres, como hijos, familiares, amigos y amistades, y gente de cualquier nacionalidad que tal vez no conoces pero que necesitan de la oración.

Amigo y hermano, debemos orar por salvación para todos, que el Señor añada a los que han de ser salvos, Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare (Hechos 2:39). Hermanos y amigos no quisiéramos ver a nuestros hijos rebeldes y que por generaciones se olviden totalmente de Dios, acerquémonos confiadamente al Señor hoy, es el tiempo de interceder, no seamos como el pueblo de Israel que no obedecieron y muchos se perdieron; no nos gustaría ver a nuestros hijos perdidos en algún vicio o haciendo perversidades, no los empujemos al precipicio, oremos por ellos, pongamos el ejemplo de buscar a Dios. Es la misión del pueblo de Dios, orar y predicar a las almas pérdidas. Además orar para los que tengan el conocimiento de Dios, Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; asidos de la palabra de vida (Filipenses 2:15 y 16).

Tenemos que tener la visión de Dios, hay una gran necesidad por la cual orar, esta generación necesita de Dios, hagamos los que la palabra de Dios nos exhorta: Proclamad ayuno, convocad a asamblea; congregad a los ancianos y a todos los moradores de la tierra en la casa de Jehová vuestro Dios, y clamad a Jehová (Joel 1:14). Orad sin cesar (1 Tesalonicenses 5:17).

Saludos cordiales, bendiciones

Maná para Eben-ezer

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