ES TIEMPO DE INTERCEDER POR SALVACIÓN

Muchas veces estando en la Iglesia, alguien se nos acerca y nos dice: Te pido que ores por mí, o te pido que ores por algún familiar o amigo, que está en problemas.  O en ocasiones nos llaman y nos dicen: En verdad necesito que ores por mí. Y muchas veces si los incluimos en nuestras oraciones y algunas otras veces no, por descuido, por olvido o tal vez porque nada más pedimos para nosotros mismos, o porque de plano, ni siquiera oramos.

Como cristianos y hermanos en la fe común de nuestro Señor Jesucristo, debemos orar los unos por los otros. Santiago 5:14-16 nos dice que oremos los unos por los otros, nos dice que si hay algún enfermo entre nosotros, debemos orar juntamente con nuestros hermanos, para que por el poder de Dios el enfermo sea sanado, porque la oración eficaz del justo puede mucho.

Nosotros como cristianos tenemos el deseo de que nuestra familia también conozca a Jesucristo. Oramos para que tanto ellos, como nuestros amigos y aún toda aquella gente que nos rodea conozcan las maravillas que puede hacer Dios en sus vidas.  Muchos padres de familia oran por la salvación de sus hijos, para que Dios los cuide y los guíe. Recuerdo amigos que me contaron que escucharon muchas veces a sus madres orando por ellos, para que fueran salvos. Mi madre también lo hacía. Y lo más bonito de todo es que Dios dijo sí a las oraciones tanto de esas madres, como de la mía.

Es nuestro deber orar por aquellos que no conocen al Señor para que Él siga salvando, siga cambiando vidas y transformando corazones. Es misión nuestra el orar, pero también el hablar, el testificar de lo que Cristo hace y puede hacer, para que los que nos rodean conozcan las maravillas de Dios y también le glorifiquen.

No cesemos de orar por la salvación de todos aquellos que están perdidos, sin rumbo y sin el Señor, Dios no quiere que nadie se pierda, Él anhela que todos se arrepientan, se vuelvan de sus malos caminos, vayan hacía Él y reciban por medio de Él salvación y vida eterna. (2ª Pedro 3:9) oremos para que cada día se añadan al cielo más y más personas.

Saludos cordiales, bendiciones

Maná para Eben-ezer

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