ES TIEMPO DE INTERCEDER POR SALVACIÓN

Iglesia es tiempo de interceder por la salvación de las almas, porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, y ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! (Romanos 10:15). Cada uno podemos interceder según el Señor, para que la gente conozca a Jesús y sean salvos. Uno es la Intercesión a través de la oración para que Dios añada a la iglesia los que han de ser salvos, para que el Señor arrebate almas para el Reino de los cielos y por aquellos que están en pecado, en maldad, en tinieblas, el Señor encienda una luz de esperanza, que conozcan y acepten a Jesús; Oremos para que nuestras familias conozcan a Jesús; si tienes algún hijo o tu esposo o tu esposa que no quieren o no han aceptado a Jesús como su Señor y Salvador hoy es el tiempo de que doblemos nuestras rodillas, hoy es el día de salvación, intercedamos por ellos, que el Señor hará Su obra en ellos. Tomate de la promesa de Dios en Hechos 16:31: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.

Interceder también es: llevar el evangelio personalmente a la gente; es tiempo de cosechar,  donde tú y yo tenemos que salir a los campos prestos a llevar la preciosa semilla del evangelio a la gente que no conoce o no aceptado a Jesús, como nos dice: Salmos 126:6 Irá andando y llorando él que lleva la preciosa semilla; Más volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas. O como le aconseja el Apóstol Pablo a Timoteo: Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina (2 Timoteo 4:1-2). Y como Jesús comisionó a los apóstoles a predicar el Reino de Dios, así tenemos que ir por amor a Él y a las almas: A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia (Mateo 10: 5-8).

Interceder también es: predicar con nuestro testimonio y con nuestro ejemplo, ya que somos cartas leídas para el mundo y la gente verá en nosotros la paz y el amor de Jesús en nuestros rostros y a través de eso la gente te pedirá que ores por ellos, que les compartas la palabra de vida, de lo que Dios te ha hecho en ti. Por eso en la palabra de Dios nos da unos consejos para que intercedamos a través de nuestra vida diaria: Presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros (Tito 2:7-8). Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén (1 Pedro 4:10-11).

Saludos cordiales, bendiciones

Maná para Eben-ezer

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