Porque yo sé que mandara
a sus hijos y a su casa después de si,
que guarden el camino de
Jehová, haciendo justicia y juicio
para que haga venir Jehová sobre Abraham
lo que ha hablado acerca
de él.
Génesis 18:19
En
este pasaje Jehová da testimonio de Abraham que aunque aún no poseía hijos
Jehová ya hablaba de su descendencia la cual tenía ya ciertas cualidades. La
descendencia de Abraham sería muy numerosa, harían justicia y juicio también en él serian benditas las familias de toda la tierra. Poseía la tierra prometida.
En
la actualidad de la misma forma que Dios bendijo grandemente a Abraham puede
bendecir a nuestra familia. Porque nuestra tarea es infundir el amor a
Dios. Aun estando en la cuna aunque
pensemos que no nos entienden. El leer la Biblia siendo pequeños entonarles un canto al acostarse, tener un
devocional producirá en el pequeño una necesidad de leer, orar, cantar cundo
crezca y se enfrenta a las tormentas diarias. Lo hará con valor.
No
dejar la educación de nuestros hijos a los aparatos tecnológicos tales como
televisión, computadora, tabletas. Cuando nuestros hijos ocupan la mayoría del
tiempo en este tipo de aparatos que los aleja de la realidad y los envuelve en
un mundo de fantasía no podrán reconocer lo real a lo ficticio.
El
peligro de alejarse de Dios es constante, si nosotros como padres tenemos
muchas ocupaciones hasta no dedicarles tiempo a las actividades del hogar pues
tenemos que compartir un tiempo razonable a comunicarnos con nuestros hijos
cualquier cosa por más pequeña que cuenten con nuestro compañerismo si lo hacen
desde pequeños cuando sean grandes no se les dificultara formarnos en cuenta
pidiéndonos consejo respecto a sus carreras o alguna propiedad que adquiera, o
aceptar consejos.
La
influencia de unos padres amorosos, únicamente lo lograremos invirtiendo tiempo
a su lado, orando por las peticiones en un altar devocional; ellos aprenderán a
que Dios no solo escucha sus necesidades, sino que también se le adora, se le
sirve.
Queremos
orar por ti
Templo
Cristiano Eben-ezer
Saludos
cordiales, bendiciones
Maná
para Eben-ezer
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