He aquí, yo estoy a la puerta y llamo;
si alguno oye mi voz y
abre la puerta,
entraré a él, y cenaré
con él, y él conmigo.
Apocalipsis 3:20
Una y otra vez Jesús nos realiza la misma
propuesta, y es entrar a nuestros corazones. En esta época navideña recordamos
que Él vino a nacer para darnos la oportunidad de ser llamados Sus hijos.
Siempre hay una oportunidad para aceptar Su invitación. Jesús no ha cambiado,
Él siempre está allí, con los brazos abiertos; incluso si nos alejamos Él nos
perdona, es un Padre amoroso y misericordioso.
La Biblia habla acerca de un momento crucial
en la cruz, a su lado hay dos ladrones. Ambos saben que hicieron mal, que
merecían estar en esa cruz, pero solo uno fue capaz de aceptar la invitación
que Jesús ofrecía, solo uno fue capaz de reconocer que su camino no había sido
el correcto y que si aceptaba aquella invitación, tendría asegurada la vida
eterna. El resultado: desde hoy estarás conmigo en el paraíso. (Entonces Jesús
le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso. Lucas 23:43)
Cada día, hay una nueva invitación al
despertar, cuando vemos el amanecer, las nubes, el sol, los árboles, sentimos
el viento, cada parte de la naturaleza confirman que Dios es real; que Su hijo
todos los días llama a la puerta de nuestro corazón y nos llama con voz dulce,
tierna, aquí estoy, no temas yo quiero ayudarte, no quiero que sigas solo;
todos los días trata de llamar nuestra atención. Nosotros decidimos si
aceptarlo o simplemente ignorarlo. Él está donde menos lo esperamos. Y lo
mejor, es que aún estamos a tiempo para atender ese llamado, y decidir cambiar
el destino de nuestras vidas.
Yo te invito a que abras tu corazón y en esta
época de navidad sensibilices tu corazón y la salvación llegue a tu vida,
recuerda que al aceptarlo, tenemos el honor de ser llamados Sus hijos y
herederos del reino.
Queremos
orar por ti
Templo
Cristiano Eben-ezer
Saludos
cordiales, bendiciones
Maná
para Eben-ezer
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