Es pues la fe la certeza de lo que se espera
la convicción de lo que no se ve.
Por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos.
Hebreos 11:1-2
Hace
algún tiempo, alrededor del cumplimiento de mis quince años acepte a Cristo
como mi salvador. Pasamos pruebas y luchas toda la familia, también críticas de
mis tíos y de mi abuela. Existieron momentos difíciles durante los siguientes
años. En cierta ocasión uno de mis
hermanos sufrió un accidente, jugando se quebró la clavícula, el doctor le
recetó yeso y un vendaje especial. Este vendaje lo debía sostener por espacio
de 40 días. Para retirarlo había que sacarle una radiografía y verificar si el
hueso estaba soldado y posteriormente retirarlo.
No
muchos días después, en la iglesia hubo una campaña de sanidad, el predicador
al ver a mi hermano con el yeso y vendas le dijo a mi mamá: “cree que Dios lo
puede sanar, sin llevar más días el vendaje y yeso”. Mi madre un poco
impresionada solo respondió: “si, yo
creo”. Le quitaron a mi hermano el vendaje y pudo mover sus manos y brazos.
La
Biblia nos habla acerca de la fe, antes de comprender como es la acción de la
fe, analicemos su significado. Hebreos 11:1-2 nos brinda un significado real de
la fe, esta dejaría de tener sentido si
no fuera probada. Los hombres de la Biblia fueron probados y ejercitados en fe,
tenemos a Noé; Dios lo llama a un proyecto, salvar a la humanidad y a parejas
de especie animal construyendo una enorme un arca.
A
Noé no le desanimó la burla de la gente, jamás había llovido en aquel lugar,
¿Cómo es que se acercaba una catástrofe natural, cuando en realidad brillaba el
sol? Su conducta tiene que haber parecido una locura. El que le cree a Dios
puede que emprenda una actividad que parezca una locura.
Cuando
otros rompían los mandamientos de Dios, Noé los cumplía, cuando otros no
escuchaban las advertencias de Dios, Noé le hacía caso, cuando otros se reían
de Dios, Noé le respetaba.
A
todos nos llega la ocasión de prestar o
no la atención al mensaje de Dios.
Podemos vivir como si este mensaje no tuviera la menor importancia o como si
fuera el reto más impresionante del mundo. Noé fue el hombre que prestó
atención a la advertencia de Dios, gracias a ello él y su familia se salvaron
del desastre.
Nuestra
vida es conquistada por Dios para vivir por fe, debemos acercarnos a él
confiadamente, reconociendo que no importa la adversidad que nos rodee, él tiene el control, guardara nuestras vidas
y encontraremos un oportuno socorro, pero, sobre todas las cosas no se te
olvide creer.
Queremos
orar por ti
Templo
Cristiano Eben-ezer
Saludos
cordiales, bendiciones
Maná
para Eben-ezer
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