…clamen a Dios fuertemente;
y conviértase cada uno de su mal
camino…
Jonás 3:8
Hace algunos meses en mi ciudad estaba programada la
presentación de un espectáculo que iba en contra nuestros principios y que
definitivamente no era grato a Dios, a través de redes sociales se comenzó a
convocar a ayuno y oración para que dicho evento fuera cancelado, y para honra
y gloria de Dios, las autoridades impidieron que este no se llevara a cabo;
como creyente en Cristo sé que Dios escuchó el clamor de mi ciudad y movió los
corazones de la autoridades y evitar dicho evento y que se pervirtieran las
mentes de muchos.
Y esto me hace pensar en un conocido relato bíblico,
la historia de Jonás y el pueblo de Nínive, él fue enviado a esta ciudad con una
encomienda específica: Levántate y ve a Nínive, aquella gran
ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí. Jonás
1:2, sin embargo lo que me llena de gran gozo de este historia es la
actitud tomada por los habitantes de la ciudad (ver Jonás 3:5-10), ya que ellos
creyeron a Dios, proclamaron ayuno todos por igual, grandes y pequeños, e
incluso llegando este mensaje a las autoridades de la ciudad y entonces las
autoridades también creyendo, hicieron lo que les correspondía, ordenaron un
clamor y ayuno general para los habitantes, pero el mayor mandato fue: …clamen
a Dios fuertemente; y conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que
hay en sus manos. Jonás 3:8; finalmente de la parte que concernía
a Nínive, el objetivo se cumplió, la
Palabra de Dios dice que Y vio Dios lo que hicieron, que se
convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les
haría, y no lo hizo. Jonás 3:10. Que gozo debió haber experimentado la
población de Nínive, seguramente se volvió una nación unida sabiendo que Dios
había escuchado su clamor.
Hoy necesitamos unirnos como nación en ayuno y oración,
independientemente cual sea el lugar en donde habitemos; Dios obrará
majestuosamente en nuestras ciudades si ve que Su pueblo, ese que reconoce a
Jesucristo como su Señor y salvador personal y que cree en cada una de las
promesas que Él nos ha dado, se une a clamar a Dios por la conversión de las almas,
ora por la guianza y sabiduría de las autoridades, ora para que cada una de
nuestras ciudades pueda alabar y glorificar a nuestro Dios Todopoderoso sin
reservas, que Su Evangelio sea proclamado llegando a cada rincón de nuestro
planeta y logrando así naciones unidas en el nombre del Señor Jesucristo.
Queremos orar por ti
Templo Cristiano Eben-ezer
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
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