Cree en el Señor Jesucristo,
y serás salvo, tú y tu casa.
Hechos 16:31
Hechos 16:31
El carcelero de Filipos en este pasaje bíblico estaba a punto de quitarse la vida porque la ley romana decía que si escapaba un preso el carcelero tenía que sufrir su condena. No lo hagas, grito Pablo, todos estamos aquí.
El carcelero dijo señores que haré para ser salvo. Pablo le dijo cree en el Señor Jesucristo y serás salvo. La única manera de obtener la salvación es creer en la obra redentora pues Jesús murió en la cruz del calvario para que el hombre fuese libertado del pecado. Aquel carcelero reconoció su condición y acepto que tenía que haber un cambio en su vida, que hasta ahora había llevado.
Por el tipo de profesión que ejercía su vida tenía que manifestar odio, coraje sin piedad hacia los presos ya que tenían que sufrir el castigo por desobedecer las leyes romanas.
Cuando leemos este pasaje es interesante notar que el carcelero dio muestras de la autenticidad de su conversión pronto. En cuanto conoció a Cristo, lavo las heridas de los latigazos que tenían los presos en la espalda y les sirvió de comer.
Creer en Jesús nos hace compasivos y amables. Necesitamos manifestar las evidencias de haber creído a JESÚS, y que ahora es el Señor de nuestras vidas y que hemos depositado nuestra confianza de haber sido librados de la condenación eterna.
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