Si
amar al prójimo, es algo complicado. Después de saber que prójimo no solo es
alguien de nuestro mismo país, la misma religión, o el mimo partido. Sino todo
aquel que esté en necesidad y a nuestro paso.
Cuanto
más difícil será amar a alguien que no solo nos odia, desprecia y nos ataca,
sino que hace todo lo que este de su parte para hacernos caer. Pues Jesús nos
manda amarlo.
En
el sermón del monte (Mateo 5:38) en adelante enseña que la ley de Moisés decía
amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo. Pero Jesús manda: Amad a
vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os
aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; (v. 44) para ser
perfectos como nuestro Padre celestial es perfecto. (v. 48).
Si
queremos ser llamados hijos de Dios tenemos que obedecer éste mandato,
Jesucristo nos dio ejemplo en el momento de su muerte, estando en agonía al ser
azotado, insultado, le escupían, le arrojaban piedras. Pronuncio las memorables
palabras. "Dios mío perdónalos porque no saben lo que hacen". Así que
no hay escusa porque nos dio ejemplo de lo que enseño.
No
dijo que sería fácil, pero aun en medio de la aflicción podemos decir que somos
más que vencedores. Existen muchas anécdotas y testimonios de personas que se
han convertido al cristianismo por el ejemplo de algún cristiano que soportó
burlas, golpes, vejaciones. Y aún en lugar de quejarse y acusar a quien lo
atormentaba. Le demostró Amor y compasión en los momentos que aquella persona necesitaba
de Él.
“Sed
pues vosotros perfectos como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”.
Queremos orar por ti
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Templo Cristiano Eben-ezer
Saludos cordiales, bendiciones
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