Hebreos 6:10 "Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún"
"El trabajo de amor que habéis mostrado hacia Su Nombre" Estas palabras me hacen pensar que si en algo trabajamos en y por el reino de Dios, ha sido, es y debe ser, por amor a Él. El amor a Él y hacia Su obra es lo que nos debe de impulsar a trabajar, hablar y accionar. Pensar que lo estamos sirviendo a Él por medio de nuestro "trabajo" al servirle a los demás y hablar de Cristo a quien tengamos que hablar.
Hay distintos tipos de trabajo, pero cuando a Dios se refiere debe ser de "amor" porque no tiene una paga precisamente económica (si bien Dios es nuestro proveedor y nos puede honrar por ese medio); debe ser de "amor" porque solamente estamos exaltando a Cristo, y no a nosotros mismos; nosotros no somos los protagonistas, sólo somos un medio, porque a Él es la gloria.
Un trabajo de amor sería servir a los demás sin esperar nada a cambio. Sin esperar un reconocimiento. Servir a aquellos que no pueden "compensarnos" aparentemente y sólo hacerlo por el "amor" de bendecir a alguien más, de dar de gracia aquello que hemos recibido. La iglesia que hace un trabajo de amor simplemente sirve y hace lo que puede hacer con lo que tiene, usa todos sus recursos, escasos o muchos, pero lo hace.
Dios nos motive y nos recuerde que este trabajo, Su trabajo, se trata de un trabajo de amor a Él, hacia Su Nombre, y que debido a ese amor, nosotros servimos a los demás de acuerdo a lo que Dios mismo nos ha provisto a nosotros.
El apóstol Pedro dijo: "No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda"- y aquél cojo fue sanado aquella misma hora al hacer una declaración ungida y respaldada por Dios.
¿Qué tenemos nosotros que podemos dar?
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezerebenezertemplocristiano2009@gmail.com
0 comentarios:
Publicar un comentario