EFECTOS DE UNA IGLESIA QUE TRABAJA POR DIOS

a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro 1 Corintios 1:2

Pablo escribió esta carta a los Corintios mientras visitaba Efeso durante su tercer viaje misionero. Cuando Pablo escribió esta carta se dirigió a ellos como “la Iglesia de Dios”. Toda la Iglesia tanto lo que hay en ella como cada uno de sus miembros le pertenecen a Dios. Cada vez que nosotros nos congregamos para orar, para adorar y escuchar el mensaje de Dios estamos convirtiéndonos en propiedad de aquel que es el dueño de todo. En griego la palabra Iglesia se dice: Ekklesia que significa: “los que han sido llamados”. Dios nos ha llamado para que salgamos de este mundo para que seamos su pueblo.

En la Biblia a la Iglesia se le llama: la esposa de Cristo (Ap. 21:2) Cristo es la cabeza de la Iglesia, la cual es su cuerpo y Él es su Salvador (Efesios 5:23)

Nosotros como miembros de la Iglesia constituimos el cuerpo de Cristo, somos todos aquellos que verdaderamente hemos renacido por el poder y el amor de Dios. Cuando Cristo estaba en la tierra, la gente podía verlo, podía tocarlo. Pero después de su muerte y de su resurrección subió a los cielos y los apóstoles se preguntaron: ¿Cómo continuaría Dios su obra redentora aquí en la tierra?

Hoy Dios sigue obrando poderosamente en la vida de sus hijos a través de su Iglesia y de sus siervos. Efesios 1:23,23 nos dice que: Dios sometió todas las cosas bajos sus pies y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a su Iglesia. Por medio de su poder, Cristo actúa en nuestras vidas.  Somos sus oídos para recibir los pedidos de los demás, somos sus manos para servir a otros, somos su corazón para mostrar compasión a otros y somos su voz para proclamar su mensaje.

La misión de la Iglesia es predicar el evangelio. Solamente podremos crecer cuando compartamos la Palabra de Dios. De ese modo habrá muchos otros que podrán creer en Él y en su  mensaje, y más serán añadidos a las filas del Señor. Mientras la Iglesia siga trabajando, contará con la bendición del Todopoderoso, Dios se moverá en medio de ellos, haciendo grandes y portentosas cosas, el verdadero efecto se verá cuando sean cada vez más los que se rindan ante los pies de Cristo, para gloria de Su nombre.

Saludos cordiales, bendiciones

Maná para Eben-ezer

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