¿Qué bueno he hecho el día de hoy para merecer la vida eterna? ¿Por
qué he de merecer la vida eterna? Ya sea que practiques el ser bondadoso,
procurar a tus semejantes, trabajar arduamente, no hacer daño a nadie, eso no
tiene el suficiente valor para poder obtener la vida eterna. La vida eterna
simplemente es un regalo de Dios para nosotros pero es entregado a aquél que le
conoce y cree en Su Hijo Jesucristo. ¿Qué pasa cuando ya hemos aceptado a
Jesucristo como nuestro único y suficiente Salvador? ¿Obtenemos la vida eterna
al instante? Sí. Pero cabe mencionar que la salvación, dice la Palabra, hay que
cuidarla con temor y temblor. ¿Qué quiere decir esto?, que tenemos que andar
como sabios no como necios, tenemos que practicar la misericordia, la verdad, hacer
frutos dignos de arrepentimiento, amar a nuestros semejantes, hacer justicia,
andar como Jesús anduvo “No se alabe el sabio en su sabiduría,
ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Más alábese en esto el
que se hubiere de alabar: en entenderme
y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia,
juicio y justicia en la tierra; porque estas
cosas quiero, dice Jehová”.
Es la gran encomienda que tenemos de parte
de Dios para poder mantener la vida eterna: el conocer a Jesús, su Hijo. Él es
vida, Él es paz, con el nada te faltará. Si reflexionas sobre tus actos y te
das cuenta que estás fallándole a Dios, no te menosprecies, el pecado en el que
estás, sólo Dios y tú lo saben y aún estás a tiempo para pedir perdón y
reconciliarte con Dios para poder andar en Su camino y luchar día con día para
no apartarte de Él.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
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