aguardando la esperanza
bienaventurada y la manifestación gloriosa
de nuestro gran Dios y Salvador
Jesucristo
Tito 2:13
Una promesa es un ofrecimiento que se hace, y todos de
alguna u otra manera hemos hecho alguna o bien nos han prometido algo, creo que
desde niños sabemos exactamente lo que una promesa significa, además cada uno,
en su propia conciencia, podrá decir si cumplió o no, si le cumplieron o no,
una promesa.
En la Biblia podemos encontrar un sinfín de promesas,
las cuales podemos tomar para nuestras vidas sabiendo que Él las cumplirá en Su
tiempo pues en Números 23:19 dice: Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo
de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo
ejecutará? Y precisamente en el
Antiguo Testamento encontramos una serie de estas que hablan sobre la venida
del Mesías, que sabemos es Jesucristo, y que en el Nuevo Testamento vemos su cumplimento,
tal cual Dios lo había prometido.
Y esto me hace recordar el himno “Un día
Cristo volverá” el cual muy probablemente la mayoría lo hemos escuchado, en
éste, su autor, nos habla que nuestra
fe no es en vano y que como creyentes tenemos la esperanza de que un día le
veremos y creo que justamente en esto debe estar basada nuestra fe, que si
creemos en Jesucristo tenemos la certeza y esperanza de que un día le veremos
por la eternidad y que como dice en Su Palabra
aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de
nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo Tito 2:13
Así que, sí Cristo ya vive en tu corazón, la esperanza
de verle un día está aguardando pacientemente; pero si no has tomado la
decisión de aceptar a Cristo en tu corazón hoy te invito a que hagas esta
pequeña oración para que aguardes la esperanza de verle por la eternidad:
Padre Celestial, hoy decido aceptar a Jesucristo, como el único y
suficiente Salvador de mi alma. Hoy declaro que he creído que Jesucristo
derramó Su sangre en la cruz del Calvario para que mis pecados fueran
perdonados. Jesucristo te pido que entres en mi corazón, me limpies de toda
maldad, cambies mi vida, y me ayudes a permanecer firme en Tu camino. Y que un
día pueda gozarme y alabar Tu nombre por la eternidad. Amén.
Saludos cordiales,
bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano
Eben-ezer
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