Ahora, pues, ninguna condenación hay
para los que están en Cristo Jesús,
los que no andan conforme a la carne,
sino conforme al Espíritu.
Romanos 8:1
Nuestras
vidas nacidas en pecado ya de por sí estaban condenadas a la muerte eterna, el
pecado nos premió con ese final.
Afortunadamente
CRISTO Jesús se ofreció como pago por nuestros delitos y gracias a Él ahora somos libres de esa condición eterna. Sólo
que al ver este texto me parece que no es tan fácil como parece pues para
llegar a la cumbre de la libertad que nos ofrece se requiere que también nosotros
pongamos de nuestra parte, sobre todo mantener nuestra integridad para con él.
Dice
PABLO somos libres de la condenación. Cuando andamos conforme al espíritu no
conforme a la carne; andar en la carne es andar en pecado o en aquello que nos
aleja de Dios. Andar en el espíritu es andar en aquello que nos acerca a Dios. En
sí nos pide que seamos cada vez más espirituales, más maduros en Cristo, más íntegros, pues entre más nos acerquemos a Dios más nos
alejamos del pecado.
CRISTO
hizo lo propio y nos libertó de la condenación del pecado, hagamos lo que nos
corresponde.
Saludos cordiales,
bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
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