miércoles, enero 29, 2014

NOS CONVIENE PREDICAR A DIOS



¿Cómo, pues, invocarán a Aquel en el cual no han creído? 
¿Y cómo creerán en Aquel de quien no han oído?
¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?

Romanos 10:14

Una de las mentiras más grandes que hemos atesorado en nuestros corazones es pensar que la tarea de predicar sólo es para algunos, le dejamos la tarea al Pastor, al predicador, aún a los maestros en las iglesias, y ¿qué hay del resto de nosotros?

Siempre anhelamos que las cosas vayan bien, nos quejamos de las situación a nuestro alrededor, de la violencia que sufren nuestras calles, de las “personas difíciles” que nos rodean y poco hacemos para remediarlo, sí es verdad que Su Palabra se cumple al decir Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará, pero ¿cómo no hacerlo si quienes conocemos a Dios callamos, enmudecemos a un mundo que nos grita que necesita a Dios?, ¿cómo pretendemos que las cosas cambien?, ¿cómo queremos que la maldad a nuestro alrededor mengue si no llevamos al mundo a los pies de Cristo?, ¿cómo creerán esas “personas difíciles” si no han escuchado de Aquel que vino a Salvar, a Perdonar, a Redimir a dar una nueva vida, si no han escuchado las buenas nuevas?

Pablo exhortó en la carta a Timoteo “Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que PREDIQUES la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Es la misma exhortación para nosotros, cómo oirán si no hay quien les predique.

Es muy fácil sentarnos y esperar que lo hagan otros y es más fácil quejarnos de lo que pasa a nuestro alrededor pero predicar a Dios nos conviene, no solo porque obedecemos Su mandato de ir y predicar el evangelio por todo el mundo y ya en sí la obediencia trae bendición, nos conviene a demás porque salvando al mundo nos salvamos a nosotros mismos de la ruina que trae el pecado y la maldad en nuestras calles, yo le invito a que hable de Aquel que vino a dar vida y traer bendición anuncie que los cojos saltan, los mudos hablan y a los pobres es anunciado el reino de los Cielos, y vea como su alrededor cambia de ruina a prosperidad, de desierto a manantiales de Agua Viva, de caos en orden y de muerte a VIDA.

Saludos cordiales, bendiciones

Maná para Eben-ezer

Templo Cristiano Eben-ezer
ebenezertemplocristiano2009@gmail.com


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