Pero mientras navegaban, él se durmió. Y se desencadenó una tempestad de viento en el lago; y se anegaban y peligraban. Y vinieron a él y le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos! Despertando él, reprendió al viento y a las olas; y cesaron, y se hizo bonanza. Lucas 8:23-24
Este es uno de los pasajes que más me impresionan por la demostración inmediata de Jesús sobre todas las cosas.
Me impresiona como es que el viento y las olas se callan y
aquietan a la voz de Jesús.
Me impresiona que Jesús se haya dormido en plena tempestad
Me impresiona que aquellos pescadores de oficio tuvieran
miedo de perder la vida en una tormenta más.
Me impresiona que la naturaleza se haya atrevido a amenazar
al Hijo de Dios y sus compañeros.
Me impresiona que los apóstoles no habían aprendido bien la lección
de la fe y al confianza en Jesús.
Como también me impresiona que el reclamo de Cristo hacia ellos solo
fue ¿Dónde está vuestra fe?
Jesús sigue siendo el mismo y su autoridad no ha cambiado. Aún
tiene control de todo, aún tiene potestad en el cielo y en la tierra y aún
debajo de la tierra. Y nuestra vida, aunque se vea amenazada por tanto peligro
que nos tocó vivir debe asegurarse de nunca perder la fe en Aquél que TODO LO
PUEDE: Cristo.
Porque si tiene autoridad sobre la naturaleza la tiene sobre
nuestras vidas y sobre todo aquello que nos ponga en peligro. Por nuestro propio bien, no perdamos la fe, que Cristo nos
librará de peligros.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezer
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