Muchas veces nos preguntamos por qué nos enfermamos o por qué padecemos de dolencias muy graves o fuertes; preguntamos por qué no hemos sanado o por qué estamos en esa condición. Puede ser que Dios esté tratando con nosotros y estemos en juicio, como lo revela Job en su capítulo 33 versos 19 en adelante; pero en otras ocasiones, simplemente Dios nos quiere enseñar Su Gloria en nuestra vida y crecer un poco más en Su conocimiento (Colosenses 1:10)
Este ciego de nacimiento fue puesto en esa situación con un propósito especial: Para que las obras de Dios se manifiesten en él (Juan 9:2). No menciona la edad de aquel hombre, pero podemos deducir que ya era un adulto. ¿Por qué tanto tiempo? Su propósito específico fue ser un testimonio vivo y eficaz de las maravillas de Dios, no importando circunstancias, no importando prejuicios o cuestionamientos respecto a la causa, sino demostrando que Dios es el único que tiene Autoridad sobre TODA autoridad.
Dios tiene ese poder, esa autoridad. Libertó a este hombre que era ciego de nacimiento. Rompió con pensamientos y argumentos contrarios. Rompió con ideas erróneas sobre la causa de su enfermedad ya que pensaban que era a causa del pecado de él o de sus padres.
¿Qué no puede hacer Dios con nosotros? Si nos sometemos a Él y nos humillamos bajo la poderosa mano de Dios, Él nos exaltará cuando fuere tiempo. 1 Pedro 5:6
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
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