lunes, septiembre 16, 2013

CRISTO LIBERTA DE CONDENACIÓN




Les anexo dos historias que me gustaron mucho, y que nos hacen reflexionar sobre qué camino y que decisión tomar en la vida, encontrar la libertad y vivir en Cristo Jesús o seguir viviendo bajo condenación sin Dios.
¿En cuál te reflejas tú?
- Se cuenta de un reo que había sido sentenciado a morar por siempre en una vieja, sucia y oscura mazmorra. No queriendo arrepentirse de su desatinada vida, orgulloso gritó, que de alguna forma escaparía. El rey, en un acto de misericordia y gracia, le dijo que le perdonaría todo si encontraba la única salida existente. Su celda tenía una roca suelta, una alta ventana, y un registro de desagüe. El preso intentó llegar a la ventana. Cuando lo logró, le llevó años aflojar los barrotes, solo para darse cuenta de que la altura era tal, que le causaría la muerte intentar saltar. El desagüe no fue tampoco la respuesta, ya que si bien estaba abierto, se ahogaría antes de llegar al río. Los años pasaron. Decidió escarbar por la roca suelta. Lo hizo, sólo para constatar que al otro lado había una celda igual. La soledad era impresionante, el encierro se hacía parte de él. Antes de morir de viejo el reo dijo al rey: "Tú me prometiste libertad, pasé mi vida buscándola con todas mis fuerzas y no la hallé. De haberla... ¿Cuál era esa única salida?". El rey le respondió: "Nunca me buscaste, no te arrepentiste. La puerta estaba abierta… ¡La salida era yo!". Muchas veces cerramos el corazón a Dios, al amor, al quebrantamiento, a la verdad, al arrepentimiento. Buscamos hacer salidas, olvidando el único camino para ser libres: Jesús, encerrándonos en nuestros errores hasta que no podemos ya ver la salida que se encuentra bloqueada por paredes, por muros y castillos de necedad, de costumbre, autosuficiencia y orgullo. Dice la biblia que si no creemos en el Rey de reyes seguiremos condenados. En nuestras manos está la decisión de escuchar y creer en Jesús y obtener la libertad y la vida eterna, dice en: Juan 3:18-19 El que en él (Jesús) cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.

-Se cuenta de un juez que iba a liberar a un preso de la cárcel, por lo que hizo pasar a uno por uno a una entrevista con él para ver quién merecía ser liberado. Al preguntar al primero, el porqué estaba allí, este dijo: Estoy aquí porque me calumniaron y me acusaron injustamente. Llamó al segundo y este contestó: Estoy aquí porque dicen que robé, pero es mentira. De esta forma fueron pasando todos los presos y se declaraban inocentes. Hasta que llegó el último quién dijo: Estoy aquí porque maté a un hombre. Hirió a mi familia y perdí el control y por eso lo maté. Pero hoy me doy cuenta que lo que hice estuvo mal y estoy arrepentido. El juez se levantó y dijo: Voy a liberar a este último preso. Todos se quedaron perplejos y dijeron. Pero ¿por qué lo vas a  liberar a él? El juez contestó: El castigo es para los que esconden la falta. La misericordia para los que reconocen su falta y se arrepienten. Reconoce a Jesús como tu Salvador y escúchalo como dice Juan 5:24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Juan 3:17).  

Saludos cordiales, bendiciones

Maná para Eben-ezer

Templo Cristiano Eben-ezer
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