He allí la grandeza de Dios que no sólo envió a Su hijo a
Salvar a los pecadores, sino que el desea que en esta vida seamos bendecidos
espiritual y materialmente. Y asó como un día tuvimos que rogar por ser
perdonados de nuestro pecados y aceptar a Cristo como nuestro Salvador, de
igual manera deberíamos acercarnos para poder ser merecedores de las bendiciones
materiales que deseamos para nuestra vida.
El hecho de que ya seamos salvos no quiere decir que ya
tenemos derecho a todas las riquezas del cielo. He conocido personas que lo han
perdido todo. Sobre todo cuando se han negado a seguir la voluntad de Dios, a
robarle a Dios, al no ser generosos, al no aceptar que el secreto para que Dios
nos dé es que tenemos que dar según dice la Escritura: Dad y se os dará, medida
buena, remecida y rebosante daré a vuestro regazo.
Para el salmista revela otro secreto para alcanzar ser
prosperados por Dios. TE RUEGO, te suplico, te imploro. Es un espíritu de humillación
ante Aquél que si puede prosperar. Es como quitarnos el orgullo personal y el
YO SOY, o yo merezco, es como decirle: Tu eres el único uqe me puede hacer
prosperar. Es como dijera aquel leproso: Si quieres puedes limpiarme.
No está de más que si queremos ser prosperados por Dios nos
acerquemos de la mejor manera: humillándonos ante ÉL y sólo ÉL!
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
Templo Cristiano Eben-ezerebenezertemplocristiano2009@gmail.com
0 comentarios:
Publicar un comentario