UNA FAMILIA SALVA

Dios nos habla de muchas maneras, no importando quién eres ante la sociedad, ante la iglesia, ante cualquier organización, cuando el plan de Dios es alcanzarte y salvar a tu familia es algo maravilloso. La biblia nos habla de un hombre que era principal de una sinagoga en Corinto, un puesto importante, era el que dirigía los servicios en la misma. Como complemento les menciono que una sinagoga es un edificio destinado especialmente a la lectura y enseñanza públicas de la Ley de Moisés y que servía asimismo de tribunal y escuela; las gentes se podían reunir en cualquier lugar alrededor de los profetas a fin de recibir sus enseñanzas. Estas reuniones no eran para ofrecer sacrificios, sino para el estudio de las Escrituras y la oración comunitaria. Las sinagogas eran frecuentemente numerosas en las grandes ciudades, como Jerusalén y Alejandría. Estas comunidades vivían con independencia del Estado, y administraban sus asuntos religiosos y civiles por sí mismas, sometiéndose sin embargo a la legislación del país. Un consejo de ancianos dirigía la sinagoga y la asociación religiosa que ella representaba. La dirección del culto, incumbía al principal de la sinagoga.

El hombre del que quiero hablar era Crispo principal de la sinagoga en Corinto. Esta sinagoga estaba pegada a la casa de un varón llamado Justo, que invitó a Pablo como nos dice en Hechos 18:7 “Y saliendo de allí, (Pablo) se fue a la casa de uno llamado Justo, temeroso de Dios, la cual estaba junto a la sinagoga.”. Su principal función era presidir sobre el servicio, autorizaba o designaba a aquellos que debían orar, leer las Escrituras, exhortar (Hechos 13:15) y velaba por la observancia de las prescripciones judaicas. Los servicios no estaban asegurados por la presencia de ministros permanentes, sino por simples particulares calificados para ello. Fue el plan de Dios para que Crispo conociera el verdadero evangelio de Jesús, que Pablo fuera invitado por un hombre llamado Justo, Nada es casualidad, Dios siempre tiene un propósito para ti y para tu familia, Crispo encontró la verdadera paz en su corazón, creyó en aquel que murió y resucitó.

Este varón estaba al frente de una sinagoga, dirigiendo los servicios y aún así no creía en Jesús, su corazón estaba vacío, necesitaba la verdadera paz en su interior; que nos enseña esta situación de este hombre, que aunque estemos al frente o sirvamos en la iglesia o asistamos regularmente, no nos asegura ni garantiza nuestra salvación, a veces vivimos todo el tiempo cegados y no damos lugar al verdadero evangelio en nuestro corazón, sino que caemos en una religiosidad en servir a la iglesia pero no a Dios, creemos que con solo asistir y participar en sus actividades seremos salvos, pues no, debemos creer en Jesús, ser bautizados y vivir una vida de santidad, dice la palabra de Dios en Romanos 10:9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. ¿Qué esperas tú para creer en Jesús?, no tratemos de servir a Dios con buenas obras, aceptemos el verdadero evangelio de salvación. Tu familia necesita ser salva, los tiempos que vivimos son difíciles para nuestros hijos, el mundo los envuelve muy fácilmente, ¿Dónde quieres tener a tu familia, con Jesús o perdida en los placeres del mundo?, haz una decisión en tu vida como lo hizo este varón, Dios tiene un plan y un propósito para ti y para tu familia, cree en el Señor con toda tu familia.

Saludos cordiales, bendiciones

Maná para Eben-ezer

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