UNA FAMILIA ENTREGADA A DIOS

Cuando era joven, me ilusionaba casarme, formar una hermosa familia, compartir con ellos la palabra de Dios, nuestra oración y nuestro compartir espiritual. Soñaba con tener una familia entregada a Dios y servirle con alegría, con temor y con humildad, servir a Dios con diezmos, ofrendas y administrando los dones y talentos que Dios nos da.

Es hermoso entregar nuestras vidas a Dios porque somos testigos de la Fidelidad de Dios, vemos como Dios cumple sus promesas en nosotros hablándonos al corazón, previniéndonos del peligro y haciendo maravillas en nuestras vidas.

Dios quiere familias entregadas que le sirvan con amor así como  Noé, Abraham, Isaac, Jacob, Moisés, etc. que tuvieron diferentes  tipos de problemas, pero que fueron llamados a servir a Dios y así lo hicieron.

Dios quiere familias comprometidas con El, que trabajen por la expansión del evangelio, que vivan los valores evangélicos, que acepten la voluntad de Dios, y disfruten de su Providencia.  Está en nosotros el tomar la decisión de servirle como familia, con la plena convicción de que tenemos a un Dios fiel que no nos abandonará, sino que: ¡nos bendecirá!

Saludos cordiales, bendiciones

Maná para Eben-ezer

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