LIBERTAD PARA LA CIUDAD

Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;  me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos,  y vista a los ciegos;  a poner en libertad a los oprimidos.

Lucas  4:18 

En una ocasión una amiga comentaba lo siguiente: Imagínate que si cada una de las personas que traen el símbolo de un pez o una calcomanía de “Jesús te ama” en sus coches y que verdaderamente fueran cristianos y estuviéramos comprometidos a compartir el mensaje de salvación que Cristo nos dio, nuestra ciudad ¡definitivamente sería otra! ¡Por todos lados habría cristianos llevando el evangelio! ¡Cristianos orando e intercediendo por nuestra ciudad!

Lamentablemente, hoy en día, nuestra ciudad, como muchas otras, está atravesando por una crisis de inseguridad la cual nos ha llevado a no tener ni sentir la libertad que años atrás solíamos tener para salir a cualquier lugar; hoy es necesario tener por lo menos dos cerrojos en  las puertas de nuestros hogares, nuestros autos con alarmas, hasta el banco te pide que cambies con frecuencia tu contraseña ¡todo por seguridad!. Antes oíamos y/o veíamos en la noticias sobre situaciones de inseguridad en zonas muy alejadas de nosotros, conforme han pasado los meses ahora estas situaciones se dan más cerca y peor aún con personas incluso muy próximas a nuestras vidas. Definitivamente que el enemigo tiene oprimida a nuestras ciudades (Si opresión de pobres y perversión de derecho y de justicia vieres en la provincia,  no te maravilles de ello;  porque sobre el alto vigila otro más alto,  y uno más alto está sobre ellos. Eclesiastés 5:8).

Por supuesto que una calcomanía o un pez no nos hacen cristianos, lo único que verdaderamente nos hace cristianos es haber aceptado a Cristo en nuestro corazón (Mas a todos los que le recibieron,  a los que creen en su nombre,  les dio potestad de ser hechos hijos de Dios Juan 1:12) y llevar una vida que le agrade a Él (No todo el que me dice:  Señor,  Señor,  entrará en el reino de los cielos,  sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos Mat 7:21); hoy te invito a que si tú ya eres hijo de Dios,  entonces ores a Él para que seas ungido y te de la bendición de compartir las buenas nuevas de salvación, de orar por nuestras ciudades, que puedas ser un instrumento que Dios use para Su honra y Su gloria, y para que la ciudad en la vivimos sea liberada de la opresión del enemigo.

Si se humillare mi pueblo,  sobre el cual mi nombre es invocado, 

y oraren, y buscaren mi rostro, 

y se convirtieren de sus malos caminos; 

entonces yo oiré desde los cielos, 

y perdonaré sus pecados,  y sanaré su tierra.

2 Crónicas 7:14

 

Saludos cordiales, bendiciones

Maná para Eben-ezer

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