JESUS TOMO NUESTRO LUGAR PARA REDENCIÓN

Quiero que imagines esto por un momento: Fuiste hallado culpable por un crimen, el jurado dio su veredicto, estás parado en el tribunal frente al juez y te sentencia a muerte, su sentencia es justa, eres culpable, mereces un castigo y ese castigo es la muerte.

Pero imagina que el juez es tu padre, él conoce la ley, sabe que tu crimen demanda la muerte, pero también sabe amar, sabe que te ama tanto que no va a permitir que mueras. Entonces en un acto de amor maravilloso, desciende del estrado, se quita su toga, se para al lado tuyo y te dice: Yo voy a morir en tu lugar y muere…él por amor perdió su vida, pero por amor salvó la tuya.

Eso fue exactamente lo que Jesús hizo por ti, se despojó de su toga divina, se hizo hombre y  vino a la tierra para decirnos que moriría por nosotros, que sería nuestro Salvador, y en Su redención nos dio vida eterna. Murió por nuestros pecados, pero al tercer día resucitó, y ahora está en el cielo, sentado a la mano derecha de Dios gobernando con gran poder y gloria, y preparándose para Su regreso. Dios tiene un hermoso plan para tu vida, y ese plan; es el cielo, tu destino es el cielo. Dios hará todo lo que sea necesario para que llegues ahí, excepto por una cosa, hay algo que Dios no hará; Él no te forzará, la decisión es tuya. Él ya ha hecho lo demás. Tú solo debes abrir las puertas de tu corazón y dejarlo entrar.

Algunas líneas fueron tomadas del libro “Lo hizo por ti” de Max Lucado.

Saludos cordiales, bendiciones

Maná para Eben-ezer

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