JESÚS EL ABOGADO PARA EL PECADOR

Legalmente ante Dios nacimos pecadores (por cuanto todos pecaron, están destituidos de la gloria de Dios Rom. 3:23). Hay una sentencia por nuestro pecado “Porque la paga del pecado es muerte” Rom 6:25

Ahora bien, si hubiera manera de pagar con dinero o con cárcel en esta vida creo que no nos alcanzaría ni el dinero ni la vida para saldar nuestra deuda de nuestro delito. Porque estos agravios son directamente contra Dios “contra Ti, contra Ti solo he pecado y he hecho lo malo delante de Tus ojos” Salmo 51:4

Este asunto es espiritual, es cuestión del alma. Dios siempre ha deseado la cercanía con nosotros, una buena relación, una buena amistad.

Pero el pecado (nuestra rebelión, desobediencia, maldad, etc) se interponen para que haya esa perfecta armonía entre Dios y nosotros. Necesariamente ocupamos un abogado graduado en el cielo para que interceda por nosotros. Y que redima (liberte, rescate o salve) nuestras almas. Y hasta ahora solo hay uno que es capaz de llenar el requisito: Jesucristo el hijo de  Dios.

Su muerte en la cruz es la puerta por la que tenemos que entrar para ser exonerados de todo delito contra Dios. Justificaos pues  por la fe tenemos paz para con Dios en que siendo aun pecadores, Cristo murió por nosotros.

¡GRACIAS CRISTO POR SER MI ABOGADO!

Saludos cordiales, bendiciones

Maná para Eben-ezer

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