LA PALABRA DE DIOS ES FORTALEZA PARA LA DEBILIDAD

¿Cómo es posible que un par de letras, un conjunto de oraciones o frases de un libro, puedan cambiar mi vida, transformarla, sustentarla? "Son simples letras, pensamientos que alguien más escribió" pueden pensar muchos. Libros puedo leer variados, documentarme de estudios de auto-superación y autoestima pueden llenar mi mente y mi boca para tratar de tener una vida feliz y estable, pero ninguna de esas "letras" y "palabras" remplazarán la PALABRA QUE SALE DE LA BOCA DE JEHOVÁ. 

Esa es la que verdaderamente tiene poder, porque fluyen de la única fuente de poder, de vida eterna, Jesucristo. Ninguna otra tiene poder sobre las circunstancias, ninguna es capaz de cambiar AL INSTANTE el transcurso de las condiciones en que nos encontramos; sobre la enfermedad, sobre lo imposible, sobre los secretos del corazón, sobre las necesidades del corazón. NINGUNA. ¿Sabes por qué? Porque es Palabra que ha dicho EL TODO PODEROSO, EL SANTO, EL SUBLIME; A ÉL NADIE SE LE RESISTE, TODO REINO Y PODER ESTÁ BAJO SUS PIES, TODA SITUACIÓN ADVERSA SE DOBLEGA ANTE SU TRONO, ÉL REINA. 

Si bien hay y habrá momentos de debilidad, de prueba y proceso, de duda quizá; no debemos olvidar lo que Dios ya ha dicho en Su Palabra:

"Estas cosas os he escrito para que en MÍ tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, YO he vencido al mundo." Juan 16:33

"Si Tu ley no hubiese sido mi delicia, ya en mi aflicción hubiese perecido" Salmos 119:92

Es importante conocer las Escrituras para poder tener esa paz y esa fortaleza en la debilidad, en la duda, en la angustia e inquietud; es importante atesorarla y guardarla en nuestro corazón, porque éso es fiarnos de Jehová con todo nuestro ser, reconocerlo en cada una de nuestras veredas, y así Él endereza nuestros pasos, nuestro caminar. Proverbios 3:5

¿Queremos fortaleza en la debilidad? ¿Queremos ser sustentados cuando flaqueamos? ¿Quieres que al momento de declarar la Palabra las cosas sucedan, cambien a tu favor? Pues debemos conocerla, creerla, No nos olvidemos de la ley de Jehová, que nuestro corazón guarde cada uno de Sus mandamientos; busquemos a Dios, leamos Su Palabra, para que en TODO MOMENTO broten de nuestro corazón y espíritu palabras de vida, fluyan ríos de agua viva y así seamos llenos y fortalecidos en el poder de Dios.

Saludos cordiales, bendiciones

Maná para Eben-ezer

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