Fue maravilloso lo que hizo Jehová con el pueblo de Israel, los libró de la esclavitud que vivían en Egipto, y los llevó por el desierto hacia la tierra prometida; pero lo hermoso es lo que dice el salmista, que Dios como el buen pastor, los hizo salir como ovejas y los llevó como un rebaño guiándolos con amor y con el debido cuidado, como nos dice en Salmos 78:72: Y los apacentó conforme a la integridad de su corazón, los pastoreó con la pericia de sus manos. Dios te lleva con mucha delicadeza en tu caminar con Él, tiene cuidado de ti, como nos dice el Salmo 23: 1-2 Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. El Señor te lleva por aguas tranquilas y no te abandona sino que va contigo de noche y de día.

Dios guió al pueblo de Israel con seguridad, de modo que no tuvieran temor. Hay que confiar en la protección de Dios, es maravilloso lo que hizo Dios con el pueblo de Israel, les dio la seguridad y caminaron sin temor por el desierto, de día los cubría con una nube y de noche los guiaba mediante una columna de fuego. El Señor nos brinda Su protección para que vivamos seguros y sin temor, Él nos guía con Su Espíritu Santo y alumbra nuestro camino con Su luz y Su dulce compañía, como nos dice la palabra: Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado (Salmos 27: 1,3).

El Señor cuida tú caminar, guarda tu entrada y tu salida siempre, te protege y te acompaña rumbo al trabajo, a la escuela, al supermercado y protege tu hogar. No temas, el Señor te libra de peligro, del mal, hasta de la muerte, Él está contigo, como dice el salmo 23: 3-4 Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tú vara y tu cayado me infundirán aliento. Dios no quiere vivas atemorizado por la situación de inseguridad que existe alrededor de tu comunidad, Él quiere darte la protección y la seguridad para ti y para tu familia, no tengas temor de nada, sino que Él te guarda como a la niña de sus ojos, como nos dice el Salmos 17:8 Guárdame como a la niña de tus ojos; Escóndeme bajo la sombra de tus alas. Hagamos este salmo nuestra oración: Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para salvarme, Porque tú eres mi roca y mi fortaleza. Dios mío, líbrame de la mano del impío, De la mano del perverso y violento. Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza, Seguridad mía desde mi juventud. En ti he sido sustentado desde el vientre; De las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó; De ti será siempre mi alabanza (Salmos 71: 3-6).

Saludos cordiales, bendiciones

Maná para Eben-ezer

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