Las aldeas quedaron abandonadas en Israel, habían decaído, Hasta que yo Débora me levanté, Me levanté como madre en Israel. (Jueces 5:7)
Débora se encontraba al servicio de Dios, ella era juez en Israel en uno de los tiempos más difíciles del pueblo ya que se encontraban en opresión por sus enemigos.
Débora aparte de ser juez era profetisa, por lo que Dios le mostraba lo que habría de pasar con el pueblo si este volvía a El; ella pensaba en Israel al grado de convertirse en la Juana de Arco de su pueblo que devasto a sus enemigos y restituyó la libertad y esto lo hizo solo confiando en Dios.
Débora confiaba en Dios de tal manera animaba a la gente a creer y a hacer por Dios (Jueces 4:8-9) cuando hubo un plan de Dios para movilizar a su pueblo a la batalla, ella está dispuesta no solo a alentar y predicar, está dispuesta para ir a donde fuera necesario; y aunque no todos respondieron para tomar las armas e ir a la lucha junto con Débora eso no le preocupo, y se fue con los muchos que esperanzados en Dios también veían la victoria.
En la batalla ella seguía fortaleciendo el espíritu del pueblo, porque sin importar el estar al frente del numeroso ejército enemigo ella confiaba en Dios. (Jueces 4:14 Entonces Débora dijo a Barac: Levántate, porque este es el día en que Jehová ha entregado a Sísara en tus manos. ¿No ha salido Jehová delante de ti?) Dios respondió a la confianza y valentía de Débora y del pueblo de Israel, quebranto a su enemigo y se los entrego a espada, concediéndole la victoria a su pueblo. Quizá no todas podamos estar al frente de un pueblo, ni tengamos la función de juez o profetisa, y aunque en el servicio a Dios habrá muchas pruebas y luchas, ojala que nostras actuemos igual que Débora, que nos despertemos a la necesidad del pueblo de Dios (Jueces 5:12 Despierta, despierta, Débora) (Lucas 10:2 Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos) y que nos levantemos para cumplir nuestra parte porque Jehová ha salido delante de nosotros.
Salmos 18:31-32,34 Porque ¿quién es Dios sino sólo Jehová? ¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios? Dios es el que me ciñe de poder, Y quien hace perfecto mi camino; Quien adiestra mis manos para la batalla, Para entesar con mis brazos el arco de bronce.
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
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