Aquella mujer que vaya a refugiarse bajo las alas de nuestro Creador, Jehová de los ejércitos, obtendrá la recompensa de su obra y se cumplirá la remuneración de parte de su Dios. El es el único que sabe recompensar nuestras obras, de acuerdo a nuestros caminos. Dios es el único que puede ver el corazón y la sinceridad de nuestra vida, sabe la fragilidad de nuestra alma y conoce lo que hemos hecho humanamente posible para buscar Sus Caminos y Agradarle.
Cuando lo hemos hecho, podemos estar seguras y confiadas de que Dios recompensara nuestros esfuerzos y lo que hemos trabajado para lograr Sus propósitos, lo vemos en Ruth, ella no conocía el pueblo de Israel, no conocía sus costumbres y tierras, pero fue con su suegra Noemí y vivió en aquel lugar, y fue conocida como mujer virtuosa (Ruth 3:11) Esto nos dice que dentro de lo que ella pudo hacer, hizo lo mejor posible para agradar a Dios y ser diferente a como era antes, se refugió en el Dios de Israel y fue recompensada no solo ella, sino a su suegra y su parentela, su descendencia, se caso con un hombre bueno y de recursos, Dios le dio un hijo y fue reconocida en toda aquella ciudad, tanto, para que se escribiese un libro sobre ella. El Dios en el cual confió, fue Fiel para extender y abrir Su mano de misericordia. Dios recompensó su obra. Fue Bendecida por el Dios viviente, fue bendecida por Dios ¡Amen, Aleluya!
Saludos cordiales, bendiciones
Maná para Eben-ezer
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